Proyecto Hombre
Proyecto Hombre es la iniciativa española encargada de reintegrar socialmente a las personas con problemas de drogodependencia
Proyecto Hombre nació en los años ochenta como respuesta cívica y profesional a la crisis de la heroína. Con la referencia metodológica del Progetto Uomo italiano y la escuela de formación de Roma, el primer dispositivo abrió en Madrid tras un año de preparación, en agosto de 1984. Dos años después, los programas de Madrid y San Sebastián, junto al proyecto italiano, manifestaron su voluntad de federarse; el 7 de julio de 1989 se constituyó jurídicamente la Asociación Proyecto Hombre, inscrita en el Ministerio del Interior, y en 1993 el Consejo de Ministros declaró a la organización de utilidad pública. Ese recorrido consolidó un modelo propio que incorporó desde el inicio a las familias y entendió la adicción como síntoma de problemas personales y sociales, no como una etiqueta estática.
Hoy la Asociación coordina una red de 28 Centros en 15 comunidades autónomas y articula su intervención a partir de un enfoque biopsicosocial que persigue maduración y autonomía personal. Bajo esa lógica, el trabajo se despliega en prevención, tratamiento e inserción sociolaboral, con un soporte estable de formación, evaluación e investigación. La página institucional sintetiza esa misión y hace pública su visión: ser referencia en servicios de prevención, tratamiento e investigación sobre adicciones y conductas desadaptativas, con transparencia y evaluación externa.
¿Cuál es el alcance de las acciones de Proyecto Hombre?
Las funciones concretas se reconocen en tres planos. En prevención, Proyecto Hombre trabaja con la escuela, la familia y el ámbito laboral desde programas universales, selectivos e indicados, con materiales y formación específicos y con una apuesta explícita para que las políticas preventivas se basen en evidencias. Para el tratamiento, el método combina intervención psicoeducativa, clínica y social, con itinerarios ambulatorios y residenciales, trabajo intrapenitenciario y dispositivos para adolescentes y jóvenes; el acompañamiento a familias es estructural. En investigación y conocimiento, el Observatorio Proyecto Hombre publica informes anuales con el perfil de las personas que inician tratamiento, útiles para ajustar recursos y sensibilizar a decisores públicos.
El alcance es nítidamente estatal y con proyección internacional. Junto a la presencia en 28 centros y decenas de dispositivos, la Asociación señala datos que dimensionan su actividad: decenas de miles de participantes anuales en prevención, miles de personas atendidas en programas ambulatorios y en el ámbito penitenciario, y un volumen relevante de familias acompañadas. Además, mantiene relación estable con redes nacionales y es entidad con estatus consultivo ante el ECOSOC de Naciones Unidas, lo que respalda su interlocución en foros internacionales.
Objetivos
Los objetivos estratégicos derivan de ese marco: garantizar el acceso a prevención y tratamiento de calidad basados en evidencia, reducir el estigma y la normalización del consumo, y promover la reinserción sociolaboral como parte del proceso de recuperación. Para sostenerlos, la Asociación explota dos palancas. La primera es la formación: un campus virtual abierto y un máster en colaboración con la Universidad de Oviedo que profesionaliza perfiles en prevención e intervención, y conecta a la red con la academia. La segunda es la comunicación de conocimiento: la Revista Proyecto, con números monográficos y participación de expertos externos, refuerza la transferencia de evidencias a profesionales, familias y decisores.
Esa combinación de objetivos y funciones se traduce en campañas y actos con identidad propia. #CombateLoInvisible denuncia la baja percepción de riesgo y la normalización social de las drogas con una metáfora visual contundente y mensajes validados; la campaña fue financiada por el Plan Nacional sobre Drogas y situó el enfoque en prevención y detección precoz. #LibresdeBulos combate la desinformación que circula en redes entre adolescentes y jóvenes, con piezas verificadas y la colaboración de divulgadores. #LaMejorRedSocial, por otro lado, reivindica el voluntariado como red de apoyo real en procesos de cambio.
En inserción laboral, INSOLA: #MásQueUnEmpleo comunica resultados y retorno social de un programa que ha beneficiado a miles de personas, subrayando que la autonomía económica cierra el círculo terapéutico-educativo. Junto a estas piezas, la Asociación convoca una jornada nacional anual y acompaña el Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, donde en 2024 impulsó, junto a otras entidades, la Declaración de Oviedo para priorizar la prevención en las políticas públicas.
Futuro
La interlocución institucional forma parte del trabajo cotidiano. La Asamblea de presidentes y directores mantiene reuniones periódicas con la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, y la organización participa en consejos y mesas sectoriales donde traslada datos del Observatorio y experiencia de los centros. Esa relación fluida con la administración no resta independencia crítica: la Asociación ha defendido, en sus campañas y publicaciones, un equilibrio entre salud pública, derechos de las personas y eficacia preventiva.
Cuarenta años después, Proyecto Hombre mantiene una identidad reconocible: tratamiento y prevención de adicciones con enfoque humano y técnico, gestión transparente y una cultura de evaluación que legitima su voz en el debate público. La clave de su vigencia ha estado en adaptar los programas a realidades cambiantes sin diluir su principio rector: acompañar a la persona y a su entorno para que recupere proyectos de vida viables, con apoyo profesional, comunidad y oportunidades reales de inserción.