Medicina

Seis enfermedades (casi) erradicadas gracias al uso de las vacunas

Repasamos algunas enfermedades graves que han desaparecido de forma completa o parcial gracias a sus vacunas

Una de las grandes conquistas sanitarias de los últimos cien años es la aplicación de vacunas que han conseguido eliminar casi por completo enfermedades hasta entonces mortales. Su uso generalizado y alcanzable para todos los estratos de la sociedad ha conseguido aumentar, además, la esperanza de vida de forma considerable en aquellos países que tienen libre acceso a ellas. Muchas de estas dolencias, que eran letales anteriormente, son ahora completamente anecdóticas, llegando a sonar algunas de ellas como algo completamente ficticio. Es por ello que, como monumento a los avances que ha experimentado la humanidad durante su historia reciente, dejamos a continuación varias enfermedades que han sido prácticamente eliminadas del planeta.

Viruela

En 1980, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró la viruela como la única enfermedad completamente erradicada en la historia de la humanidad. Esta enfermedad, catalogada como grave y altamente contagiosa, se caracterizaba por tener un cuadro inicial parecido al de la gripe. Tras los primeros días de incubación, los pacientes comenzaban a experimentar fiebre, dolores musculares y, en algunos casos, vómitos. Esto venía sucedido por la aparición de unas erupciones cutáneas en todo el cuerpo que, pasados un par de días, se convertían en unas ampollas llamadas pústulas.

Aunque no fue eliminada hasta 1980, el primer prototipo de una vacuna contra esta enfermedad fue ideado por el médico inglés Edward Jenner en 1796. Jenner descubrió que las personas que habían contraído previamente la viruela bovina, similar a la humana pero de menor gravedad, sufrían menos riesgo de muerte al contraer la viruela humana.

Tosferina

La tosferina es una infección de las vías respiratorias altamente contagiosa. En sus primeros días se presenta como un resfriado común, pero rápidamente evoluciona a una inflamación traqueobronquial que provoca ataques violentos de tos durante varias semanas y una profunda sensación de asfixia. Estos síntomas pueden ocasionar problemas de miocardio y del sistema nervioso, llegando a alterar también el sueño. Es de carácter estacional (primavera y verano) y suele afectar principalmente a niños menores de cinco años. Gracias a las vacunas, la mortalidad de esta enfermedad se ha reducido drásticamente.

Difteria

Causada por el bacilo de Klebs-Löffler, la difteria es también una infección respiratoria muy contagiosa. Se transmite a través del aire y, en muchos casos, por pacientes que no presentan síntomas. Está caracterizada por la aparición de una membrana en las vías respiratorias que provoca graves inflamaciones en la garganta que se trasladan a la piel, causando gran dolor en quien la padece. Actualmente se trata de una enfermedad a efectos prácticos erradicada, con una incidencia completamente excepcional en Europa. Esto se debe a la obligatoriedad en su vacunación, ya que es una enfermedad con un potencial contagioso bastante grande.

Tétanos

El tétanos es una enfermedad que, por suerte, se encuentra completamente erradicada en nuestro país, con los pocos casos detectados debiéndose a una no vacunación. Se trataba de una enfermedad muy grave que se transmitía a través de una herida o corte contaminada por las esporas de la bacteria clostridium tetani. Cuchillos y clavos sucios, mordeduras de animales o agujas sin esterilizar eran los medios por los que era más habitual contraer esta dolencia que provocaba grandes daños en el sistema nervioso del infectado.

Los síntomas más típicos eran espasmos musculares y rigidez en la mandíbula, tórax y cuello. Esto a su vez causaba problemas respiratorios y desgarros musculares que provocaban gran dolor en quien lo padecía.

Poliomielitis

La poliomielitis (también conocida simplemente como polio) es una de las enfermedades que más cerca se encuentran de estar completamente erradicadas en todo el mundo, así como ocurrió con la viruela a principios de los 80. A día de hoy solo es una enfermedad endémica en países de Oriente Medio y de África Central, con vacunas desarrolladas para combatirla y eliminarla de forma definitiva. Está causada por el poliovirus y se transmite por secreciones respiratorias o por ruta fecal oral, por ello es especialmente importante vigilar la calidad del agua que se consume en los ya mencionados países.

Afecta mayoritariamente a niños y se desarrolla de forma asintomática en la inmensa mayoría de casos. El virus afecta al sistema nervioso, destruyendo las neuronas motoras del infectado y causando, así una atrofia y deformación en músculos y extremidades. Dos vacunas existen contra la polio: una se desarrolló en 1955 (administrada mediante inyección), mientras que la otra, desarrollada en 1961, se puede aplicar vía oral.

Sarampión

El sarampión es una enfermedad vírica altamente contagiosa responsable de más de doscientos millones de decesos antes de la existencia de su vacuna. Sus principales síntomas son una fiebre muy alta, tos, cansancio generalizado y las características erupciones rojizas que aparecen en la piel. La tos está causada por una inflamación en las vías respiratorias, inflamación que puede trasladarse a los pulmones o al cerebro del paciente, poniendo en riesgo su vida. Hasta la llegada de la vacuna preventiva en 1963, el sarampión se encontraba entre las enfermedades comunes con mayor riesgo de mortalidad.

Esta enfermedad se consideraba prácticamente erradicada en Europa, aunque ocasionalmente aparecen brotes con alta incidencia en nuestro continente. Se estima que estos se deben a la no vacunación. Por el contrario, y desgraciadamente, aún se encuentra demasiado extendido en países de Asia y África.

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