Síndrome de Fregoli
Un raro trastorno delirante que altera la percepción de identidad y afecta profundamente la vida del paciente
El Síndrome de Fregoli es un trastorno psicológico poco común, clasificado dentro de los delirios de identificación errónea. Las personas que lo padecen creen firmemente que diferentes individuos son, en realidad, una sola persona que cambia de apariencia o se disfraza para perseguirlas, acosarlas o engañarlas. Esta convicción se mantiene a pesar de la evidencia lógica que la desmiente, y suele provocar angustia, desconfianza y, en algunos casos, conductas defensivas o agresivas.
El síndrome fue descrito por primera vez en 1927 por los psiquiatras franceses Courbon y Fail, quienes lo nombraron en honor al actor italiano Leopoldo Fregoli, famoso por su capacidad de cambiar de personaje rápidamente en escena.
¿Por qué se produce este síndrome?
La causa de este síndrome no está completamente definida, pero se relaciona con una disfunción en la forma en que el cerebro reconoce rostros y asocia identidades. Específicamente, se ha identificado una desconexión entre las regiones cerebrales que procesan la información visual (como el rostro de una persona) y las áreas encargadas de asignarle significado o familiaridad emocional.
Esta alteración puede surgir como resultado de diversas condiciones neurológicas o psiquiátricas, entre ellas:
- Esquizofrenia paranoide, especialmente cuando hay presencia de delirios persecutorios.
- Lesiones cerebrales traumáticas, particularmente en el lóbulo temporal o frontal.
- Demencia, en especial en etapas avanzadas, donde hay una pérdida progresiva del juicio y del reconocimiento.
- Epilepsia del lóbulo temporal, que puede afectar el reconocimiento facial y la percepción de la realidad.
¿A quiénes afecta?
Aunque puede aparecer en cualquier persona con una condición neurológica o psiquiátrica subyacente, el Síndrome de Fregoli suele darse más frecuentemente en adultos jóvenes o de mediana edad que presentan esquizofrenia.
También se ha observado en pacientes con daño cerebral adquirido tras un accidente cerebrovascular o un traumatismo craneoencefálico.
En general, no hay una causa genética identificada, y su aparición suele estar vinculada a una combinación de factores neurológicos y psicológicos. Su incidencia es muy baja, lo que hace que muchos profesionales de la salud mental nunca se encuentren con un caso en su carrera.
¿Existe tratamiento para el Síndrome de Fregoli?
Sí. Aunque el tratamiento puede ser complejo, existen estrategias terapéuticas efectivas. Estas suelen incluir:
- Antipsicóticos: Medicamentos como la risperidona, olanzapina o clozapina pueden ayudar a reducir los síntomas delirantes.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): Aunque no siempre es efectiva por sí sola, puede ser útil en etapas más avanzadas del tratamiento, cuando el paciente ha recuperado cierta conciencia de enfermedad.
- Tratamiento de la causa subyacente: Si el síndrome se relaciona con un daño cerebral, se intenta tratar esa condición de base o frenar su progresión.
- Supervisión constante: En casos severos, se recomienda una vigilancia médica continua para evitar conductas autolesivas o agresivas, dado que algunos pacientes pueden sentirse amenazados y actuar impulsivamente.
Cuando todos parecen ser la misma persona
El Síndrome de Fregoli es una ventana perturbadora a la fragilidad de nuestra percepción de la realidad. Aunque extremadamente raro, su existencia pone en evidencia la importancia del reconocimiento facial en la construcción de nuestras relaciones sociales y de identidad. A través del diagnóstico temprano, el acompañamiento profesional y el tratamiento adecuado, muchas personas afectadas pueden mejorar su calidad de vida y recuperar un mayor grado de estabilidad mental.
Entender este síndrome es también una invitación a mirar con más compasión y menos juicio a quienes viven con trastornos mentales profundos. Porque detrás del delirio, hay una persona que lucha por volver a confiar en el mundo que la rodea.