Un especialista del Hospital público Clínico San Carlos, reconocido como mejor oftalmólogo joven de América, España y Portugal
José Ignacio Fernández-Vigo, oftalmólogo del centro madrileño, ha recibido el premio de la Asociación Panamericana de Oftalmología
El oftalmólogo José Ignacio Fernández-Vigo, del Hospital público Clínico San Carlos, de la Comunidad de Madrid, ha recibido el premio Fernando Arévalo, otorgado por la Asociación Panamericana de Oftalmología, por el que se reconoce al mejor oftalmólogo joven que desarrolla su labor en países americanos, España y Portugal. El Fernando Arévalo Young Ophthalmologist Award, recibido por Fernández-Vigo, reconoce méritos científicos y académicos, además de la participación en actividades de liderazgo en proyectos de sociedades científicas nacionales e internacionales, y un servicio en su comunidad más allá de las expectativas requeridas.
«Recibir este reconocimiento de la Asociación Panamericana de Oftalmología, que agrupa a oftalmólogos de 35 países, es un honor pues representa, no sólo un estímulo personal, sino también el fruto del trabajo en equipo, la dedicación y la pasión por la investigación y la innovación en oftalmología, gracias al apoyo de mi familia, compañeros del Hospital Clínico San Carlos y a los pacientes por su confianza», ha declarado el oftalmólogo de este hospital público madrileño en el momento de recibir el premio en Bogotá, Colombia.
Este oftalmólogo cuenta con una amplia trayectoria científica, docente e investigadora
Fernández-Vigo ya obtuvo el premio Arruga, que le acreditaba en 2023 como mejor oftalmólogo joven de España (menor de 40 años), galardón que le concedió la Sociedad Española de Oftalmología por su carrera y trayectoria asistencial, investigadora y científica, entre las que destaca la autoría de 160 publicaciones indexadas y más de 300 comunicaciones en congresos científicos, a lo que añade su participación en múltiples ensayos clínicos como investigador.
Es especialista del área de retina en el Servicio de Oftalmología del Hospital Clínico San Carlos y profesor asociado de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid. Sus principales áreas de interés y líneas de investigación clínica están ligadas al diagnóstico y tratamiento de las principales patologías médicas y quirúrgicas de la retina, como la degeneración macular asociada a la edad, la retinopatía diabética y oclusiones vasculares, la coriorretinopatía serosa central y el desprendimiento de retina, así como al estudio de muy diversas afectaciones del globo ocular mediante la tomografía de coherencia óptica, áreas en la que es referente a nivel internacional.
Es coordinador de la unidad para el diagnóstico y tratamiento de una de las enfermedades más frecuentes de la retina, como es la coriorretinopatía serosa central, incluida en el grupo de enfermedades paquicoroideas, que afecta a personas jóvenes en edad laboral, siendo una causa importante de pérdida de agudeza visual. «Ponemos todos nuestros esfuerzos en poder ofrecer las mejores alternativas terapéuticas a nuestros pacientes, ya que somos plenamente conscientes de la gran repercusión que tiene en su autonomía y calidad de vida la pérdida de visión por patologías de la retina», afirma el oftalmólogo del Clínico San Carlos.
Unidad exclusiva para el tratamiento de una de las patologías más frecuentes de la retina
En esta unidad, pionera a nivel mundial, se atiende a pacientes con esta enfermedad, muy relacionada con el estrés y que constituye la cuarta maculopatía más común, tras la degeneración macular asociada a la edad, el edema macular diabético y la trombosis venosa retiniana, y que habitualmente se da en personas jóvenes que normalmente presentan un perfil ansioso o perfeccionista.
La coriorretinopatía serosa central es una enfermedad ocular que se caracteriza por la acumulación de líquido debajo de la retina, produciendo visión borrosa y deformada, alteración de la visión de los colores y cambios en la percepción del tamaño de los objetos. Supone una pérdida de visión severa que puede afectar de forma relevante a la calidad de vida de quien la padece, pudiendo ser grave y llegando a ocasionar una importante discapacidad visual.
«A los pacientes con esta patología les realizamos una batería completa de pruebas para comprobar tanto la estructura como la vascularización de la retina. Entre las opciones de tratamiento que manejamos en la unidad de Retina del Hospital Clínico San Carlos contamos con la utilización de tres tipos de láseres diferentes, como la terapia fotodinámica, el micropulso o subumbral y el láser navegador focal con el fin de estabilizar la enfermedad, detener su progresión y, en determinados casos, recuperar parte de la visión», explica Fernández-Vigo.