Agresiones al profesional sanitario y el abandono de la administración
El Sindicato de Enfermería (SATSE), denuncia el poco interés de la administración del país ante las agresiones que sufren los profesionales sanitarios
SATSE denuncia la ausencia de interés y cuidado del Gobierno y de las CC.AA para dar una solución a las agresiones que sufre el profesional sanitario a diario en su centro de trabajo. Siguen esperando que salga una ley que de respuesta común y eficaz para cubrir estas agresiones que sufren sobre todo los profesionales de enfermería.
Según el sindicato, el último informe que dio el Ministerio de Sanidad sobre este tipo de agresiones fue en 2017-2018, a pesar de la insistencia de demandas para tener un informe actualizado del problema y sacar medidas adecuadas para ello.
SATSE destaca que es inexcusable que no haya datos de los últimos años. Sobre todo en los meses que estamos viviendo con la pandemia COVID-19, en los cuales las agresiones han aumentado. Se trata de un grave problema que afecta a ocho de cada diez enfermeras y enfermeros a lo largo de su trayectoria profesional.
A lo largo de 2020, pese al confinamiento, hubo 185 agresiones más que el año anterior a enfermeras y enfermeros en España. Así lo confirman los datos del último informe del Observatorio Nacional de Agresiones a Enfermeras del Consejo General de Enfermería.
Además, el sindicato critica el poco interés de las administraciones sanitarias, tanto a nivel estatal como autonómico, de querer formar una ley que comprometa y obligue a todas ellas a adoptar las medidas y actuaciones necesarias a nivel preventivo y de actuación en defensa del profesional.
Actualmente, cada autonomía tiene algunos protocolos y medidas a seguir de manera independiente. Por este motivo, SATSE sigue insistiendo en la necesidad de dar una respuesta conjunta para todo el país mediante una ley estatal.
Como hemos mencionado anteriormente, estos últimos meses, debido a la pandemia COVID-19, las denuncias por agresiones al profesional sanitario han aumentado. Estas se sufren en hospitales y centros de salud y la mayoría son de violencia verbal (insultos y amenazas).
