Prevención del cáncer: lo que puedes hacer desde hoy
El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, pero también es una de las enfermedades más prevenibles
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos un tercio de los casos de cáncer podrían evitarse si se adoptasen unos hábitos de vida saludables y evitando algunos factores de riesgo. La buena noticia es que no se trata de realizar cambios drásticos ni inalcanzables, son pequeños gestos que serán de gran ayuda de cara al futuro. Muchas de estas acciones se pueden empezar a practicar hoy mismo.
En palabras de la OMS, el cáncer es un término amplio utilizado para aludir a un conjunto de enfermedades que se pueden originar en casi cualquier órgano o tejido del cuerpo cuando células anormales crecen de forma descontrolada, sobrepasan sus límites habituales e invaden partes adyacentes del cuerpo y/o se propagan a otros órganos.
Estas células pueden invadir tejidos cercanos y, en muchos casos, diseminarse a otras partes del organismo (metástasis). Existen más de 100 tipos de cáncer, dependiendo del órgano o sistema en el que se origine (como el cáncer de mama, pulmón, colon, piel, entre otros).
Aunque hay factores genéticos que pueden aumentar el riesgo, la mayoría de los casos de cáncer están relacionados con el estilo de vida y el entorno.
Factores de riesgo modificables
Diferentes estudios han identificado comportamientos y exposiciones que incrementan el riesgo de desarrollar cáncer. Algunos de los principales factores de riesgo que se pueden modificar son:
1. Tabaquismo. El tabaco sin duda es la causa prevenible de cáncer más importante. Se asocia con al menos 15 tipos diferentes de cáncer, entre ellos el de pulmón, boca, esófago, vejiga y páncreas. Dejar de fumar, sin importar la edad, siempre tiene beneficios para la salud.
2. Dieta poco saludable. Una alimentación rica en grasas saturadas, azúcares y productos ultraprocesados y pobre en frutas, verduras y fibra está relacionada con varios tipos de cáncer, especialmente el colorrectal. Además, el exceso de carne roja y procesada, como los embutidos, se ha vinculado con un mayor riesgo.
3. Consumo de alcohol. El consumo regular de alcohol, incluso en cantidades moderadas, aumenta el riesgo de cáncer de boca, garganta, hígado, mama y colon. Cuanto más se consume, mayor es el riesgo.
4. Falta de actividad física. El sedentarismo se relaciona con un mayor riesgo de varios cánceres, así como con otras enfermedades crónicas como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares. La actividad física regular ayuda a controlar el peso, reduce la inflamación y mejora la función hormonal.
5. Exposición al sol sin protección. Los rayos ultravioleta del sol pueden dañar el ADN de las células de la piel, lo que puede derivar en cáncer de piel. La exposición prolongada sin protección es especialmente peligrosa.
6. Infecciones crónicas. Algunos virus y bacterias pueden aumentar el riesgo de cáncer. Por ejemplo, el virus del papiloma humano (VPH) se asocia con el cáncer de cuello uterino, y el virus de la hepatitis B o C con el cáncer de hígado. La prevención pasa por la vacunación, el uso de preservativo y un adecuado control médico.
¿Qué se puede hacer desde hoy?
No necesitas esperar a una señal de alarma para empezar a cuidarte. Aquí tienes una serie de consejos simples y efectivos a seguir sobre los factores de riesgo que puedes incorporar desde ahora mismo:
Alimentación saludable
- Aumenta el consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales integrales.
- Reduce el consumo de carnes procesadas, alimentos fritos y bebidas azucaradas.
- Cocina en casa siempre que puedas, evitando el uso excesivo de aceites y sal.
Actividad física regular
- Intenta moverte al menos 30 minutos al día: caminar, montar en bicicleta, bailar o practicar cualquier actividad que disfrutes.
- Si trabajas muchas horas sentado, haz pausas activas cada 1 o 2 horas.
- El ejercicio no tiene que ser extremo, pero sí constante.
Evita el tabaco completamente
- Si fumas, considera buscar ayuda para dejarlo. Existen terapias, grupos de apoyo y medicamentos que pueden facilitar el proceso.
- Evita también el humo de segunda mano, que puede ser igual de perjudicial.
Modera o elimina el consumo de alcohol
- Si decides beber, hazlo de forma muy ocasional y con moderación.
- Considera alternativas saludables como agua con frutas, infusiones o bebidas sin alcohol.
Protección solar
- Usa protector solar de amplio espectro (FPS 30 o más), incluso en días nublados.
- Evita la exposición solar directa entre las 10:00 y las 16:00 horas.
- Usa ropa, gafas y sombreros para protegerte.
Vacunación y revisiones médicas
- Vacúnate contra el VPH y la hepatitis B si aún no lo has hecho.
- Ve a revisiones médicas periódicamente según tu edad y antecedentes familiares.
- Participa en programas de detección precoz de cáncer (como mamografías, pruebas de colon y Papanicolaou).
La importancia de la detección temprana
Aunque la prevención primaria es fundamental, la detección temprana también salva vidas. Muchos cánceres, si se detectan en etapas iniciales, tienen altas tasas de curación.
Estar atento a señales como bultos, cambios en la piel, sangrados anormales, pérdida de peso inexplicable o cambios en hábitos digestivos o urinarios puede ser clave. Si notas algo inusual, consulta con un profesional de la salud sin demora.
La prevención del cáncer está, en gran medida, en nuestras manos. No se trata de vivir con miedo, sino de tomar decisiones informadas que mejoren nuestra calidad de vida hoy y en el futuro.

