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¿De cuánto tiempo es la siesta idónea?

La siesta es todo un ritual del que conviene conocer sus claves para que no acabe resultando contraproducente

Imaginemos una situación: llegas a casa por la tarde, tras un largo día de trabajo, cansado y somnoliento. Tu cuerpo te dice que, antes de afrontar la parte final del día, podrías echar una pequeña cabezadita. Lo de pequeña es relativo: se te acaba yendo de las manos y lo que iba a ser un rato acaba convirtiéndose en dos horas. Toda la tarde al garete. Y para qué engañarnos, posiblemente la noche también; a ver quien es el listo que después de tremenda siesta consigue conciliar el sueño cuando toque.

Y es que no lo podemos evitar, la siesta es todo un ritual en nuestra cultura, es parte de la idiosincrasia de nuestro país. Arraigada desde hace siglos, tiene una función reparadora. Sin embargo, hay algo que no termina de quedar claro, y que queda evidenciado con la situación expuesta anteriormente (que a todos nos ha tocado vivir en algún momento): ¿Cuánto debe durar la siesta? ¿Es correcto dormir más de una hora? E independientemente de todo esto, ¿a qué hora es demasiado tarde para echarse a dormir un rato?

30 minutos, tiempo de siesta máximo recomendado

Las respuestas respecto al tema son claras. Los expertos recomiendan echarse siestas de entre diez minutos y no más de treinta. Este tiempo límite existe por dos motivos: por un lado supone el tiempo suficiente para lograr todos los beneficios que la siesta supone en nuestra vida diaria; por otro, más tiempo puede acabar resultando contraproducente. Existe un concepto, la llamada «inercia del sueño», que si bien a priori no signifique nada para la gran parte de la población, realmente es algo con lo que todos estamos familiarizados: es el fenómeno por el que, al interrumpir un ciclo de sueño, nos sentimos cansados y de peor humor durante un periodo de tiempo.

Pues bien, en un ciclo corto de sueño este fenómeno no suele suceder. En el tiempo sugerido el cuerpo apenas ha entrado en la primera etapa del sueño, necesitando hasta dos horas para completar todas las etapas. Es por ello que treinta minutos es la cantidad necesaria de siesta para sentirse descansado y no reiniciar esa inercia de sueño. Si por lo que fuese invirtiéramos más tiempo en nuestra siesta lo más plausible es que al despertarnos nos sintiéramos tan cansados que pospondríamos la alarma varias veces, conduciendo a su vez a esas siestas kilométricas que nos cargan de culpabilidad y de sensación de pérdida de tiempo. A todo esto hay que sumar el hecho de que las siestas largas están asociadas al sobrepeso y a los problemas cardíacos.

Y con esto queda la pregunta del millón: ¿Existe la hora ideal para echarse una siesta? La respuesta es un sí rotundo. Los expertos aconsejan que estas se realicen después de comer, entre las 13:00 y las 16:00. Estas horas son los periodos de somnolencia máxima y en los que dormir la siesta menos afecta posteriormente al sueño nocturno.

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