Formación en seguridad del paciente para el personal sanitario, clave fundamental
Especialmente en las últimas décadas, y tras la pandemia de Covid-19, el personal sanitario ha adquirido mayor consciencia en referencia a la seguridad del paciente.
La seguridad del paciente es una necesidad fundamental. La ciencia evoluciona y los tratamientos y métodos de aplicación se vuelven cada vez más complejos y sofisticados, lo que a su vez conlleva mayores riesgos.
El Physician’s Charter resumió las competencias que debe tener un profesional sanitario en el nuevo milenio: profesionalidad, honestidad en sus labores, garantía y confidencialidad de la información que maneja y especialmente compromiso con la seguridad del paciente y la calidad asistencial.
La OMS define la seguridad del paciente y la calidad asistencial como el estudio y prevención de los efectos adversos producidos en los pacientes como consecuencia de la gestión y atención sanitaria. Hablamos de efecto adverso cuando se produce un daño en el paciente que no es consecuencia de la enfermedad que padece sino de la gestión sanitaria del momento. Es necesario reducir el riesgo y los efectos adversos en esta atención al paciente hasta un mínimo aceptable.
Seguridad del paciente en España
Actualmente en España la seguridad del paciente y la calidad asistencial son bastante mejorables por parte del colectivo sanitario. No es poco frecuente escuchar informaciones sobre “errores médicos” relacionados con fallos en la medicación a los pacientes. También intervenciones quirúrgicas en lugares equivocados o infecciones originadas en las instalaciones hospitalarias. Se debe tener en cuenta que las consecuencias económicas que pueden afectar tanto a los pacientes como al propio sistema de salud pública también son determinantes para que se produzcan esos efectos adversos. Por ejemplo, los recortes de personal y medios, el coste que supone el prolongamiento de las estancias sanitarias en los hospitales, la necesidad de tener que recurrir a pruebas y/o tratamientos adicionales para los pacientes y las bajas laborales e indemnizaciones ocasionadas por la enfermedad.