Más allá de los problemas cardiovasculares, los expertos relacionan la ingesta de estos productos con enfermedades como la depresión o el cáncer

Gran parte de los alimentos que se venden actualmente en los supermercados corresponden a la categoría de ultraprocesados. Muchos precocinados, snacks, congelados o salsas pertenecen a este grupo de productos, que consume un porcentaje elevado de la población. Un hecho que preocupa a los expertos, pues según un estudio reciente publicado en la revista médica The BMJ el abuso de esta clase de alimentos conlleva una serie de riesgos para la salud tales como enfermedades pulmonares, cardiovasculares, problemas de salud mental como la depresión y, en general, una muerte prematura.

Hasta ahora, los estudios publicados sobre la materia señalaban la influencia de los ultraprocesados en una mala salud, pero jamás habían explorado una revisión exhaustiva. Es por ello que los investigadores a cargo de este artículo, liderado por la Universidad de Deakin en Australia, han repasado 45 metaanálisis previos, que en conjunto suman una muestra de hasta 10 millones de individuos encuestados. Todos estos estudios se habían publicado en los últimos tres años y en ningún caso recibieron financiación de empresas de comida basura.

Por otro lado, las estimaciones que se han tenido en cuenta de los cuestionarios analizados han sido la frecuencia del consumo de este tipo de alimentos, historial dietético y recordatorios dietéticos de 24 horas. Las evidencias obtenidas se agruparon en diferentes clases según fuesen convincentes, altamente sugerentes, sugerentes, débiles o sin evidencia.

Unas conclusiones que preocupan a los expertos

Los resultados han sido claros: hasta 32 problemas de la salud asociados directamente con una alta exposición a productos ultraprocesados. En primer lugar las evidencias convincentes son las relativas a enfermedades cardiovasculares. El consumo de comida basura aumentaría hasta en un 50% las muertes relacionadas con estas afecciones. También se catalogan como convincentes el aumento del 12% de diabetes de tipo 2 y entre un 48% y un 53% de mayor riesgo de sufrir ansiedad y trastornos psíquicos.

Los resultados altamente sugerentes revelaron entre un 40% y un 66% más de riesgo de sufrir obesidad, diabetes tipo 2, muerte relacionada con afecciones cardíacas y problemas de sueño; y un 22% de posibilidades de sufrir depresión. En su conjunto, las conclusiones muestran que una mala alimentación tiene consecuencias severas en la salud de las personas, y que el abuso de azúcares y grasas saturadas acorta la vida.

La sobreexposición a ultraprocesados requieren soluciones inmediatas

Ante unos resultados tan alarmantes, los expertos proponen llevar a cabo medidas radicales. En primer lugar apoyan el avance de otras investigaciones que diluciden sobre el por qué estos alimentos son nocivos: su funcionamiento más allá de sus altos contenidos en sal o azúcares. Creen que, de esta forma, se pueda atajar mejor el problema y proponer soluciones más efectivas.

Por el momento, también plantean un sistema de advertencias en los paquetes de estos productos, tales como las alertas presentes en los paquetes de tabaco. Asimismo, consideran que pueden ser eficaces medidas como la restricción de la publicidad o la venta de estos productos en escuelas y hospitales o en sus inmediaciones. Para ello, solicitan la intervención de los estados para implantar medidas fiscales que dificulten el acceso a estos alimentos y de Naciones Unidas con el fin de establecer un convenio que regule todo lo relacionado a este mundo.