Brudylab
Brudylab, biotecnología marina española que transforma los omega-3 en salud
De los alimentos enriquecidos al nutracéutico con patentes propias
La historia de Brudylab se remonta a 1995, cuando un equipo de investigadores en Barcelona colaboró con la empresa estadounidense Omegatech para introducir ácidos grasos Omega-3 en alimentos europeos, huevos, leche, pastelería industrial, con el objetivo de mejorar su perfil nutricional. Aquel primer paso no era simplemente un ejercicio de marketing, sino que respondía a la convicción de que los lípidos marinos podían aportar valor real para la salud. En 1997 el proyecto recibió un reconocimiento al “Producto Europeo más Innovador”, lo que impulsó a la compañía a evolucionar hacia la nutracéutica y la biotecnología marina.
A partir de ahí, Brudylab focalizó su actividad en la formulación de aceites de alta concentración de DHA, primero a partir de algas, posteriormente de pescado, bajo la marca Algatrium®. Con el tiempo desarrolló una molécula patentada, la “Tridocosahexaenoína-AOX®” (TG-DHA) que, según la empresa, presenta una actividad antioxidante superior a otros DHA del mercado gracias a un proceso enzimático específico que mejora la absorción celular y preserva la bioactividad. Su sede se encuentra en Barcelona y su planta de producción está instalada en el campus de la Universitat Autònoma de Barcelona, lo que refuerza su vínculo con el entorno académico y de investigación.
El enfoque científico, la innovación y la diversificación terapéutica
Lo que distingue a Brudylab es su apuesta decidida por la investigación. La empresa no solo formula suplementos, sino que afirma haber participado en una veintena de ensayos clínicos en áreas como oftalmología, deporte, fertilidad, inmunología o neurología, en colaboración con hospitales y universidades españolas. Esta experiencia le ha permitido posicionarse más allá del simple complemento alimenticio, buscando impacto terapéutico.
Brudylab no se contenta con un único canal. Su molécula TG-DHA ha encontrado aplicación en diferentes ámbitos como la nutrición deportiva, salud ocular, desarrollo neurológico, bienestar cardiovascular, cicatrización, entre otros. Un producto destacado es “BrudySport”, diseñado para deportistas y que combina DHA con vitaminas, glutatión y minerales, con el fin de contrarrestar el estrés oxidativo y la inflamación inducidos por el ejercicio intenso.
Esta diversificación le permite abarcar tanto el segmento de suplementos nutricionales como el de nutracéuticos de valor añadido, un enfoque que la empresa resume como “soluciones innovadoras adaptadas a las necesidades actuales para complementar el déficit de Omega-3 a nivel mundial y contribuir en el tratamiento de enfermedades asociadas al estrés oxidativo y a la inflamación”.
Internacionalización, patentes y reconocimiento
Desde una base española, Brudylab ha extendido su alcance internacional. Su patente de TG-DHA fue aprobada en torno a 2015 y cubre más de noventa países, incluyendo Asia, Europa, América del Norte y Oceanía, lo que abre la puerta al acceso global.
La empresa se define como 100% de capital español, lo que refuerza su identidad nacional pese a operar en un mercado globalizado. El hecho de contar con línea de producción propia, soporte académico, ensayos clínicos y varias marcas (Algatrium®, BrudyPlus®, BrudyOpia®, etc.) demuestra su madurez en el ámbito de la biotecnología aplicada a la salud.
Desafíos y camino hacia el futuro
A pesar de sus logros, Brudylab afronta retos propios del entorno de la innovación nutracéutica. La sostenibilidad también emerge como cuestión clave, ya que la producción de lípidos marinos, la trazabilidad, la pureza y la bioactividad requieren procesos exigentes, por lo que mantener competitividad frente a grandes multinacionales sigue siendo un reto. Además, la internacionalización conlleva adaptación regulatoria, logística, idiomas, cultura comercial distinta y apoyo local.
Para el futuro, Brudylab parece orientada a consolidar su liderazgo en la molécula TG-DHA, seguir produciendo evidencia clínica en nuevas indicaciones, como neurología, terapias complementarias, salud ocular o pediatría, y ampliar su presencia internacional. Su visión corporativa expresa la ambición de “ser un referente nacional e internacional en el campo de los ácidos grasos Omega-3, ofreciendo productos en los ámbitos nutricional, cosmético y también productos sanitarios relacionados”.
Brudylab representa un ejemplo notable de compañía española que ha sabido combinar biotecnología marina, investigación clínica y producción nacional para generar productos de alto valor añadido. Su recorrido, desde los alimentos enriquecidos en los años noventa hasta los nutracéuticos patentados de hoy, revela una trayectoria de adaptación, especialización y escala. Con una identidad clara, un compromiso con la ciencia, y una estrategia de crecimiento internacional, Brudylab se perfila como uno de los actores más interesantes del sector nutracéutico y de la salud preventiva basada en omega-3 de calidad.

