Investigación

Se halla la causa genética del mielomeningocele, la dolencia más grave de espina bífida

Gracias a una colaboración internacional se ha identificado una mutación que multiplica el riesgo de padecer espina bífida, la malformación cerebral más frecuente

Después de casi 30 años de investigación y búsqueda de casos por todo el mundo, un grupo internacional de médicos y científicos ha encontrado una causa genética del mielomeningocele, la malformación del sistema nervioso más común en los recién nacidos. Esta patología es la forma más grave de espina bífida que existe, un conjunto de defectos congénitos del sistema nervioso que requiere cirugía y que además, causa discapacidad de por vida.

Fue en 1980 cuando se descubrió que una vitamina podía reducir drásticamente los casos de defectos del tubo neural, que es la estructura fetal de la que surge el cerebro y el sistema nervioso central. Este hallazgo lo hicieron el pediatra Richard Smithers y la obstetra Elizabeth Hibbard, se trataba del ácido fólico, un compuesto que desde entonces, se recomienda a todas las embarazadas. Aunque es cierto que no todos los casos responden a los suplementos de ácido fólico, y siguen naciendo miles de bebés con espina bífida en todo el mundo, la mayoría en países en desarrollo, aunque también hay casos en países ricos, en los que se incluye España.

En España, actualmente, hay casi 32.000 personas con espina bífida e hidrocefalia, y de estos, más del 50% están en edad de trabajar y tan solo el 40% llega a cumplir los 66 años. Sin embargo, en España no existe un registro oficial como tal, por lo que se desconoce cuántos recién nacidos nacen cada año con algún tipo de estas malformaciones. Se estima que el 70% de los casos se deben a causas genéticas y que también existen factores medioambientales.

El estudio

En 2015, se creó un consorcio internacional para secuenciar el genoma de más de 700 padres e hijos afectados por el mielomeningocele. Dicho estudio ha recopilado y analizado muestras genéticas de pacientes de diferentes países. En una gran parte de los casos se sabía si las madres habían tomado el suplemento de ácido fólico durante el embarazo. El estudio, en una primera fase, ha identificado una mutación genética en seis pacientes que multiplica por 23 el riesgo de padecer malformaciones. Varios de ellos heredaron de sus padres la malformación, mientras que otros la desarrollaron de manera espontánea en la gestación.

En la segunda fase, los investigadores han analizado otra base de datos genéticos de más de 1.500 personas que tienen la mutación identificada, la deleción 22q11.2. El estudio de esta base de datos identificó a nueve pacientes con esta mutación, que afecta al corazón y otros órganos.

Este estudio se publicó el pasado jueves en la prestigiosa revista Science, y calcula que las personas portadoras de la mutación, tienen hasta 15 veces más riesgo de padecer malformaciones del sistema nervioso. El trabajo resalta además que este síndrome ocurre en 1 de cada 992 embarazos y 1 de cada 2.148 nacimientos.

Esta deleción detectada se conoce también como síndrome de DiGeorge, y afecta a decenas de genes. Por ello, los científicos hicieron una nueva serie de experimentos en ratones para investigar el efecto de la desactivación de algunos genes involucrados en el sistema nervioso. Los resultados apuntaban a que la posible causa de las malformaciones está en el gen CRKL, que está involucrado en muchos procesos de comunicación entre células y es fundamental para el correcto desarrollo del embrión.

Así, los investigadores han mostrado que el ácido fólico disminuye la gravedad de las lesiones congénitas, pero no las elimina por completo.

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