‘Cuidar al que cuida’, para visibilizar el rol de los cuidadores de personas con fibrilación auricular
Esta iniciativa marca la continuidad de la campaña #ControlamosJuntos impulsada en 2022 por la alianza Bristol Myers Squibb-Pfizer que cuenta con la colaboración de Feasan
La iniciativa #ControlamosJuntos impulsada por la alianza Bristol Myers Squibb-Pfizer y en colaboración con la Federación Española de Asociaciones de Anticoagulados (Feasan) se enfoca, este año, en la importancia de cuidar a los cuidadores de pacientes con fibrilación auricular (FA). Pone el foco en que los cuidadores también encuentren un bienestar físico y mental a la hora de realizar las tareas y gestionar sus responsabilidades.
‘#ControlamosJuntos, Cuidar al que cuida’ presenta una infografía descriptiva en la que se recogen consejos para ayudar a los cuidadores a afrontar adecuadamente su rutina y las posibles dudas o problemas -tanto físicos como emocionales- que puedan surgirles en el proceso. Algunos de ellos vinculados con el exceso de responsabilidad, el estrés, la ansiedad, desinterés por relaciones sociales o restar tiempo de descanso.
El objetivo es visibilizar el trabajo de las personas cuidadoras; su implicación con el paciente, y el esfuerzo físico y mental que realizan. La edad media de los cuidadores familiares en España es de 52 años y además suelen compartir el domicilio con las personas a las que cuidan. Por lo que cuidadores se convierten en un apoyo para las personas con FA a la hora de realizar actividades diarias, ya sean visitas médicas, tareas domésticas o seguimiento de los tratamientos.
Según explica Rafael Martínez, presidente de Feasan, “Cuando una persona se convierte en cuidador de otra con fibrilación auricular, en primer lugar, esto implica aprender sobre la enfermedad para poder abordar estos cuidados que el paciente necesite de la mejor manera posible. También hay que ser consciente de que los cuidadores en algunos casos -depende mucho de la persona a la que cuiden y su estado- se enfrentan a un cambio en su vida familiar, social y en la forma de relacionarse con el entorno. Sobre todo, cuando los que cuidan son familiares; cambia su rutina y tienen que hacerse con una nueva manera de gestionar los tiempos”.
Cuidarse para poder cuidar
En ocasiones los cuidados pueden generar impacto en la calidad de vida de las personas cuidadoras. De ahí la necesidad de la formación del cuidador en ámbitos básicos del cuidado del paciente. Esto podrá ayudarles a mejorar la comunicación, compartir dudas, delegar responsabilidades, fomentar la autonomía del paciente -dentro de las posibilidades- y priorizar el bienestar propio.
Javier Corral, director de la Unidad de Medicinas Innovadoras de BMS para España y Portugal señala que “hay que informar y formar a la población acerca de la FA, sobre todo a los pacientes y sus cuidadores, cuyo rol es importante también en la calidad de vida del paciente, pues requieren un control estricto de la enfermedad. Les ayudan en muchos casos a cumplir y seguir el tratamiento”.
A veces los cuidadores pueden llegar a sentirse mal por no ser capaces de gestionar por ellos mismos alguna situación o por no disfrutar de su tiempo libre. En estos casos, hay que ser conscientes de que existen numerosos recursos, profesionales o instituciones a las que pedir ayuda, puesto que compartir responsabilidades no significa desatender al paciente. Así, es importante ser consciente de que estar abierto a recibir ayuda, si la necesitan, es positivo.
Vivir con fibrilación auricular
La FA es la arritmia cardiaca más frecuente en nuestro país. Se trata de una enfermedad que afecta al ritmo del corazón; el tiempo entre latido y latido es desigual. Existen diferentes tipos, paroxística, persistente o permanente y algunos de sus síntomas -que se manifiestan de forma diferente en cada persona- son palpitaciones irregulares, taquicardias, dolor y presión en el pecho, cansancio, fatiga o vértigos y mareos. Es una enfermedad desconocida entre la sociedad, y un 60% de los españoles no la conoce ni la relaciona con un mayor riesgo de ictus.
El tratamiento de la FA se centra especialmente en controlar la frecuencia del corazón y en la anticoagulación para evitar posibles trombos, puesto que la FA es una de las principales causas de sufrir un ictus, así como de otras enfermedades cardiovasculares.
En lo que respecta a los principales factores de riesgo de la fibrilación auricular, la hipertensión arterial es la más reconocida (51% de los encuestados), seguida de la insuficiencia cardiaca (48%), las cardiopatías congénitas (42%) y la enfermedad de las válvulas del corazón (41%).
En este sentido, concluye José Chaves, director médico de Pfizer España “el desconocimiento de la FA, de sus tratamientos, síntomas y consecuencias pueden convertirse en una barrera para los cuidadores. Por eso, es importante aportarles todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición para ayudarles en este proceso y hacer su labor lo más fácil posible”.