Desmontar falsos mitos para acabar con la mutilación genital femenina
La ONG Médicos del Mundo trabaja desde hace 22 años en España para prevenir y erradicar esta práctica
Con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina (MGF), que se celebra el próximo lunes, 6 de febrero, la organización sanitaria se ha sumado a la labor divulgativa e informativa que permita a la sociedad y a quienes tienen una implicación directa en esta lucha ir desterrando del imaginario colectivo aquellas creencias vinculadas a esta práctica que se dan por ciertas y que no lo son.
En la lucha contra una tradición que perjudica a la salud de las mujeres y niñas y constituye una grave forma de violencia de género y una vulneración de los derechos humanos, Médicos del Mundo corrobora la existencia de diferentes mitos y barreras de carácter cultural profundamente conectadas con la manera de entender y vivir las relaciones y la sexualidad que trata de derribar de la mano de las mediadoras interculturales y de las mujeres activistas contra la mutilación.
10 mitos y creencias que desmontar
1. La religión obliga. Ninguna religión exige practicar la mutilación genital femenina. Es algo que tiene que ver con la zona y con la etnia, pero no con la religión. Surge en el antiguo Egipto y no aparece en el Corán ni es propia de ningún otro credo. Hay estados islámicos en los que no se practica, como Marruecos, Argelia o Arabia Saudí, y también se realiza por parte de personas cristianas, como ocurre en Nigeria y Camerún.
2. Se practica en todos los países de África y solo se produce en este continente. Es una práctica culturalmente aceptada en algunas comunidades africanas, pero no se lleva a cabo en todo el continente. También hay comunidades practicantes en parte de Oriente Medio y Asia. De igual manera, se realiza en comunidades indígenas de Latinoamérica.
3. Es más higiénica. Al contrario, puede provocar hemorragias, infecciones urinarias y vaginales por acumulación de sangre, fístulas, enfermedades como el tétanos, VIH o hepatitis, o incluso la muerte.
4. Supone algo bueno para las niñas. Se considera que, si la niña no tiene hecho el corte, será rechazada para el matrimonio, lo que implica que no podrá tener su futuro garantizado. Sin embargo, la presión familiar y el peso de la tradición se deben contrarrestar a la vista de las graves consecuencias para la salud, tanto inmediatas como a medio y largo plazo, que tiene la mutilación genital femenina para las niñas. También para la salud mental, ya que puede producir estrés postraumático, depresión, ansiedad, miedos y cambio de actitud en jóvenes.
5. Son costumbres y tradiciones. Si una práctica es perjudicial para la salud y atenta contra los derechos fundamentales de mujeres y niñas se debe cambiar por otra que permita garantizar su bienestar. Se pueden celebrar ritos de iniciación que no incluyan la MGF.
6. La mutilación genital femenina puede equipararse con la circuncisión masculina. No es equiparable. Ambas prácticas difieren considerablemente. La segunda no produce las mismas repercusiones negativas ni en la salud ni en la sexualidad del hombre.
7. Las mujeres con mutilación genital femenina tienen más hijos/as. Esta práctica no aumenta la fertilidad y, sin embargo, estas mujeres pueden tener partos complicados y existe un mayor riesgo de mortalidad neonatal. En ocasiones, las infecciones producidas por la mutilación implican casos de infertilidad.
8. Garantiza que la mujer sea fiel y llegue virgen al matrimonio. La fidelidad no es una cuestión que dependa de tener clítoris o de no tenerlo. Si una mujer no ha sido sometida al corte, goza de mejor salud y es más probable que disfrute con su pareja y no implica que le sea infiel. Del mismo modo, la MGF tampoco garantiza la virginidad hasta el matrimonio. A través de la educación se pueden transmitir estos valores sin que se tenga que producir este daño físico a mujeres y niñas.
9. La MGF previene los problemas de salud en los y las bebés y la transmisión de enfermedades en los hombres. La mutilación genital femenina no es una práctica que prevenga los problemas en el nacimiento ni la transmisión de enfermedades a la pareja.
10. Con la mutilación genital femenina se consigue mayor placer para el hombre. El ser humano disfruta más cuando se encuentra con otra persona que también está disfrutando y se siente bien. Sin embargo, la mujer que ha sufrido MGF tiene menos probabilidad de sentir placer.
El trabajo de Médicos del Mundo en Mutilación Genital Femenina
En 2022, Médicos del Mundo atendió a 735 personas y llevó a cabo 3.344 intervenciones sociales, 421 psicológicas y 249 actuaciones sanitarias en el marco de sus proyectos de prevención y erradicación de la mutilación.
La ONG sanitaria trabaja en prevención de la MGF en Aragón, Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid, Euskadi y Navarra. Sus equipos en estas nueve comunidades autónomas realizaron 56 talleres grupales en los que participaron un total de 1.211 personas, además de otros 265 talleres individuales. De igual modo, hicieron 627 mediaciones. 97 acompañamientos y 280 derivaciones a recursos públicos y privados.