22 de febrero
El 22 de febrero de 2002, las autoridades británicas autorizaron por primera vez el nacimiento de un bebé probeta genéticamente seleccionado para intentar salvar a su hermano enfermo mediante la utilización del cordón umbilical. La ley británica prohíbe el uso de esta técnica salvo que se autorice.
Zain tenía cuatro años y padecía una enfermedad poco frecuente en la sangre llamada talasemia. Sus padres pidieron la autorización para poder tener un hijo genéticamente modificado e intentar así salvar la vida de su hijo. El cordón umbilical del futuro hermano se utilizaría para realizar un trasplante de médula a Zain, siendo la única opción que veían los médicos para curar la enfermedad, aunque tampoco había garantías de que así se salvase.
La ley británica permitía seleccionar los genes antes de la implantación para evitar posibles enfermedades graves del propio embrión, pero no para salvar a terceros. Sin embargo, poco antes, la autoridad británica correspondiente se habilitó para autorizar dicha técnica estudiando cada caso.
Por lo tanto, ese 22 de febrero se autorizó por primera vez en territorio británico, aunque ya hubo una pareja británica que utilizó esta técnica, solo que decidieron ir a Estados Unidos, donde allí era legal.