Editorial

Valores

IEFS es hoy, fundamentalmente, un medio de comunicación. Desde nuestra siempre humilde posición, nos esforzamos por informar y entretener a nuestros lectores. Como todo medio de comunicación, tenemos una línea editorial acorde con el pensamiento de los propietarios y de quien se encarga de ella, yo.

¿Cuál es mi pensamiento?

Respeto absoluto por todas las ideologías de cualquier tendencia, excepto por aquellas que no respetan al rival intentando cancelarle, por las que fomentan el odio entre los ciudadanos y, por supuesto, por las que justifican la violencia y el asesinato. Defiendo la información objetiva, la cultura y el arte en todas sus manifestaciones, siempre que sea de forma respetuosa, la libertad, dentro del marco establecido por la legislación vigente. Intento luchar, con la palabra siempre, contra los mentirosos y los amorales que cambian de opinión, contra los ladrones que giran alrededor de su órbita, contra los sinvergüenzas y los idiotas que justifican la mentira y el robo, contra organizaciones disfrazadas de lo que fueron, pero ya no. No me gustan los impuestos desmedidos o confiscatorios porque son injustos y arbitrarios, tampoco el malgasto de estos para comprar voluntades ni el endeudamiento alarmante que hipotecará a las futuras generaciones. Detesto la cobardía de los que callan y se esconden o se mueven según el sol que más caliente. Me produce lástima la indolencia de las personas que no quieren salir de la ignorancia. Puedo comprender la prudencia o el miedo de muchos, sabiendo como actúan los infames. Este es mi pensamiento.

El estilo de los editoriales es el que me parece más oportuno para cada ocasión, utilizando la metáfora, la ironía, la sátira o el cinismo, según la temática, los personajes o el momento. La intención nunca es la de ofender sino la de poner más énfasis en los temas tratados. Escribir para gente inteligente y profesionales muy cualificados es una tarea complicada. En no pocas ocasiones tengo dudas de estar a la altura del lector y que comprenda correctamente lo que he pretendido expresar. Que se esté de acuerdo o no, depende exclusivamente de cada uno y ese es un riesgo que no tengo más remedio que asumir.

El poema de Martin Niemöller quizás tenga hoy tanta vigencia como hace noventa años. Es lamentable tener que recordarlo.

Me han preguntado en más de una ocasión qué tiene que ver la política con la salud. Mi respuesta siempre es la misma: TODO. Los excesos que se hacen en cosas caprichosas, electoralistas, estúpidas, prescindibles o superfluas restan muchísimos recursos a necesidades básicas y fundamentales, entre otras, la Sanidad: profesionales mal pagados, pacientes atendidos inadecuadamente, listas de espera interminables, inversiones insuficientes… ¡Claro que importa lo que se hace en política! Quien no entienda esto, difícilmente entenderá el mundo en el que vivimos.

En IEFS siempre nos ha importado, por encima de todo lo demás, el lado humano de lo que hacemos y nos rodea; tratamos con el mayor cariño posible, a los trabajadores, a los colaboradores, a los clientes, poniendo todo el empeño en los proyectos en los que participamos; desde nuestra humilde posición, intentamos dar la mayor difusión, sin coste alguno, a entidades que intentan salir adelante con mucho esfuerzo e ilusión; colaboramos económicamente con cinco entidades sin ánimo de lucro; es nuestra pequeña aportación para intentar tener un mundo mejor. Sí, nos sentimos muy orgullosos. Estos son nuestros valores, por ellos nos regimos y por ellos seguiremos trabajando. Muchísimas gracias por leernos.

José Luis Águeda

Editor

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