27 de enero
El 27 de enero de 1621 nació en Great Bedwyn, Inglaterra, el médico británico Thomas Willis, una de las figuras más importantes en el desarrollo de la neurología y la psiquiatría tal y como las conocemos a día de hoy. Sus méritos incluyen ser uno de los fundadores de la Royal Society de Londres en 1662, así como pionerizar las investigaciones neuroanatómicas. También ejerció como médico en la corte de Carlos I de Inglaterra durante la década de 1640.
A lo largo de su vida, Willis publicó una serie de libros relacionados con la neurología. Quizá su obra más relevante sobre el tema fue Cerebri Anatome, publicada en 1664. En ella, el médico británico explicó la importancia del estudio comparativo del cerebro humano con el de otros mamíferos, así como el de otros animales, tales como aves y peces. Este trabajo es además de especial importancia por otros dos motivos. En primer lugar, fue la obra médica que acuñó el término «neurología». En segundo lugar, porque las descripciones que en ella se dieron sobre las estructuras cerebrales fueron detalladas y precisas para la época.
Otros trabajos importantes son su obra de 1667 Pathologicae cerebri, et nervosi generis specimen, en la que desarrolló una teoría sobre la epilepsia y otras enfermedades que provocan convulsiones; y la de 1672, De anima brutorum, considerado el primer libro de psicología publicado en inglés.
Descubrimientos y méritos
Entre sus descubrimientos se encuentra, además, el polígono de Willis o círculo arterial cerebral, una estructura arterial localizada en la base del cerebro que permite que se distribuya la sangre de las carótidas a cualquier parte de los hemisferios cerebrales. Asimismo, causa el flujo sanguíneo entre las partes anterior y posterior del cerebro. Willis fue también el primero en numerar los nervios craneales, orden que se mantiene a día de hoy.
También fue pionero en la descripción de diferentes dolencias. El nombre «enfermedad de Willis» fue el que se le dio en un inicio a la diabetes; esto se debe a que el médico británico fue además uno de los pioneros en la investigación de esta condición. En 1672 fue el primero en describir la acalasia, una afección caracterizada por la incapacidad de relajar las fibras del músculo liso del aparato gastrointestinal de aquellas personas que la sufren.