Un grupo de investigadores logra descifrar el atlas del cerebro, una hazaña que sienta precedentes

Un conjunto de científicos de todo el mundo ha conseguido plasmar el atlas más completo y detallado hasta la fecha del cerebro humano. Este macroproyecto llevado a cabo por investigadores de universidades y centros internacionales como Salk, Harvard, Yale o Allen fue publicado el pasado jueves en una veintena de artículos para la revista Science. En este «mapa» del cerebro se muestra más de un millón de neuronas, con sus funciones individuales especificadas y sus conexiones con el resto. Para los expertos, que insisten en que este atlas abre una nueva era en el estudio de la mente humana, supone además la base sobre la que tratar ciertos trastornos.

«Mapear cada una de estas células y entender qué hacen es crucial tanto para comprender la evolución de la cognición y el comportamiento humano como para identificar qué sucede cuando las cosas van mal y conducen a trastornos neurológicos», ha detallado Noah Snyder-Mackler, profesor de la Universidad Estatal de Arizona.

Resolver trastornos y averiguar el significado de «humanidad», dos de los objetivos propuestos

Tras este ambicioso proyecto se encuentran diferentes estudios que han trazado las directrices a seguir. En uno de ellos se analizaron los cerebros de tres donantes adultos sanos. En otro se revisó la información de 75 cirugías a pacientes con epilepsia o tumores. Gracias a ellos se han podido descifrar diferentes aspectos de la biología molecular del cerebro. Esto a su vez se ha traducido en la tipificación en torno a diferentes factores de ciertas enfermedades como la esquizofrenia, la depresión o el Alzheimer.

Otro objetivo de este macroestudio ha sido el de dilucidar las características que hacen al cerebro humano diferente del de otros primates como el de los chimpancés o el de los orangutanes. Resolver esto tiene como máxima desvelar la respuesta a una de las preguntas primigenias de la civilización: »¿Qué es lo que nos hace humanos?» Los expertos concluyen que, aunque aún queda un largo recorrido, los resultados podrían estar más cerca de lo que pensamos.