La edad media de inicio de exposición de los bebés a las pantallas es a los 12 meses
Según los estudios existentes sobre la exposición y uso de dispositivos móviles en la primera infancia, el 20,6% de los niños que habían utilizado un dispositivo móvil tenían edades entre 1 y 12 meses, mientras que el 24,5% tenían edades entre 13 y 24 meses
El uso de la tecnología está cada vez más extendido entre los niños y niñas, incluso en los más pequeños. Esta creciente exposición a pantallas de televisión, móviles y tabletas puede tener un impacto negativo en su desarrollo físico, psicosocial y neurológico, especialmente en la primera infancia. Por ello, es crucial conocer estos riesgos y reducir al máximo el uso excesivo de pantallas para proteger su salud y desarrollo.
Según datos existentes sobre el uso de dispositivos móviles en la primera infancia, recogidos en la guía práctica “Los efectos de una exposición temprana a las pantallas en los primeros años de vida”, elaborada por Blemil, la marca de leches infantiles de Laboratorios Ordesa, la edad media del primer uso de pantallas se sitúa en los 12 meses, con casos registrados de niños que comenzaron a utilizar dispositivos a los 6 meses. El 20,6% de los niños que habían utilizado un dispositivo móvil tenían edades entre 1 y 12 meses, mientras que el 24,5% tenían edades entre 13 y 24 meses. Esta sobreexposición puede tener efectos negativos en su desarrollo y causar problemas físicos y emocionales.
La publicación, impulsada por Blemil en su compromiso de acompañar a los pediatras y a las familias en la promoción de hábitos saludables, está elaborada por la Dra. Marta Garín, pediatra de Atención Primaria y divulgadora en redes sociales, y el Dr. Josep Lluís Matalí, psicólogo clínico del Área de Salud Mental del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. La publicación aporta información de valor para ayudar a detectar situaciones en las que se produzca un uso excesivo de las pantallas y ofrecer recomendaciones a las familias.
“Existe suficiente evidencia sobre como el uso excesivo de pantallas en niños pequeños tiene efectos negativos en su desarrollo, siendo la recomendación que los menores de 3 años no utilicen pantallas en absoluto” afirma el Dr. Josep Lluís Matalí. Para el psicólogo “es fundamental la formación y educación digital de la población, siendo la visita al pediatra una excelente oportunidad para abordar estas situaciones”.
Impacto en la salud física
Esta sobreexposición puede tener efectos negativos en su desarrollo y causar problemas físicos y psicosociales. En referencia a la salud física, la exposición a las pantallas se relaciona con problemas visuales, un aumento del riesgo de obesidad y se ha detectado la vinculación con un mayor número de casos de bruxismo, debido a la excitación que provocan las pantallas y una mayor liberación de dopamina, un neurotransmisor que se ha demostrado influir en la aparición de este trastorno, explica la Dra. Garín.
Influencia en el neurodesarrollo
Además de los efectos físicos, “el uso de pantallas tiene un gran impacto en el desarrollo psicosocial y el neurodesarrollo de los niños, afectando al desarrollo del lenguaje, la capacidad de atención, los vínculos familiares y la salud mental” explica el Dr. Matalí. Se asocia el uso de pantallas en menores de 2 años con más problemas de autorregulación, mayor irritabilidad y cambios bruscos en su estado de ánimo. Además, los niños que pasan más tiempo frente a pantallas tienen un mayor riesgo de desarrollar síntomas de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), depresión y ansiedad.
Uso de pantallas y alimentación
A menudo, las pantallas se utilizan durante las comidas para distraer al niño o niña y que coma más, pero esta práctica se ha comprobado que puedo conllevar más riesgo de obesidad. “Cuando estamos distraídos somos menos conscientes de lo que comemos y menos sensibles a la sensación de saciedad, y por tanto, podemos comer más de lo que necesitamos” advierte la Dra. Garín, quien aconseja crear un ambiente agradable y que la comida sea un acto consciente para los más pequeños, libre de pantallas.
La importancia del ejemplo
La Dra. Marta Garín destaca también la importancia de evaluar cómo utilizan los padres los dispositivos cuando están con sus hijos, afirmando que «hay una relación directa entre el uso de pantallas por parte de las familias y el de los hijos e hijas». Los especialistas recomiendan fomentar una mayor desconexión digital de toda la familia, favoreciendo los espacios de convivencia y de conversación, así como promover los momentos de juego al aire libre.
El compromiso de Blemil con el bienestar infantil
La guía sobre “Los efectos de una exposición temprana a las pantallas en los primeros años de vida” se enmarca en la iniciativa «ConCiencia Blemil», que busca generar y despertar conciencias para promover hábitos saludables desde los primeros meses de vida, con el objetivo de contribuir a un entorno saludable y enriquecedor para los más pequeños.
Esta iniciativa abarca tanto la salud física como el desarrollo psicosocial y emocional de los niños y niñas, reflejando el compromiso de Blemil con el bienestar infantil.