Descubren un factor de riesgo que aumenta un 61% el riesgo de ictus
Un equipo de investigadores señala que el estrés infantil podría desencadenar cambios en la salud cardiovascular
Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto, la Universidad Tyndale de Canadá y la Universidad de Texas en Arlington ha realizado un estudio que identifica un factor de riesgo que podría tener un mayor impacto en la salud cardiovascular y con ello, el riesgo de padecer un ictus. Se trata del divorcio de los padres durante la infancia.
Dicha investigación se ha publicado en la revista PLOS ONE, e indica que los adultos mayores que vivieron esta experiencia o alguna similar durante su infancia, tienen un 61% más de probabilidades de sufrir un ictus en comparación con los que no vivieron esto.
Este estudio se ha basado en datos de la encuesta de Vigilancia de Factores de Riesgo Conductual de 2022, la cual analizó las respuestas de más de 13.000 personas estadounidenses mayores de 65 años. De todos ellos, 1 de cada 9 adultos cuyos padres se habían divorciado durante su infancia, había sido diagnosticado con un ictus. La principal autora del estudio, Mary Kate Schilke, profesora del Departamento de Psicología de la Universidad de Tyndale, explica que los resultados fueron significativos hasta después de considerar otros factores de riesgo como el tabaquismo, la diabetes, la depresión o la inactividad física. Además, la investigación replica un estudio anterior realizado hace casi una década que ya había encontrado vínculos similares, lo que refuerza la solidez de los resultados.
Impacto en la salud física y mental
El equipo de investigadores no ha podido identificar con precisión los mecanismos que podrían estar detrás de este vínculo. Sin embargo, sugieren que factores biológicos y sociales pueden jugar un papel muy importante. La coautora del estudio, Esme Fuller-Thomson, profesora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Toronto, plantea que la separación de unos padres durante la niñez podría generar niveles elevados y sostenidos de hormonas del estrés, algo que afectaría a la salud cardiovascular del adulto a largo plazo. Esto sugiere al final que el divorcio parental puede tener un gran impacto en la salud física.
Los resultados de la investigación tienen implicaciones muy importantes para la salud pública y la prevención del ictus. Pese a que no se puede establecer una relación directa, los científicos han sugerido que, si los resultados se replican en futuras investigaciones, los profesionales de la salud podrían considerar el historial familiar del paciente como un factor clave a tener en cuenta en la evaluación del riesgo de ictus.