Exploramos los diferentes beneficios que tiene la gran variedad de frutos secos disponibles en nuestros supermercados

A todo el mundo le gustan los frutos secos. Eso es un hecho. A no ser que padezcas alguna alergia, no existe persona sobre la faz de la Tierra que no pueda mencionar sus favoritos o que no los consuma de vez en cuando. Además, son muy versátiles: se pueden tomar crudos, tostados, fritos, en diferentes recetas como acompañamiento o en la salsa… Y es que, además de estar increíblemente buenos, son altamente nutritivos y disponen de una gran cantidad de beneficios. A continuación repasamos cuales son los mejores y para qué podemos usar cada uno:

Almendras

Las almendras destacan por su versatilidad y facilidad para ser añadidas en cualquier plato. Contienen niveles altos de fibra, de vitamina E y de antioxidantes, ayudando así a aumentar nuestros niveles de defensas. Asimismo, asisten en la reducción de lípidos en sangre, controlando el colesterol y la homocisteína, un aminoácido que puede dañar el revestimiento de las arterias y que causa el bloqueo de las mismas. Finalmente, contienen minerales como el calcio, el magnesio y el hierro, lo que también las hace muy beneficiosas para la salud de la piel.

Cacahuetes

Aunque técnicamente son una legumbre, los cacahuetes son de los frutos secos más utilizados y consumidos. Al igual que ocurre con las almendras, los cacahuetes tienen un gran aporte de vitamina E, lo que ayuda no solo a mejorar las defensas, sino también a la prevención del deterioro cognitivo. Una de las mayores ventajas que tienen sobre otros frutos secos, sin embargo, es su aporte calórico, así como sus altos contenidos en proteínas y en ácido fólico. Es por esto último que los cacahuetes suelen ser bastante utilizados por los deportistas y gente que quiere aumentar su masa muscular, así como también son una excelente fuente proteica para vegetarianos. Además, son también bastante versátiles, puesto que se pueden consumir en crudo, tostados, como manteca o incluso en salsas y guisos.

Pistachos

Los pistachos cuentan con múltiples ventajas nutritivas, tales como sus elevados contenidos en fibra y minerales. Tienen también valores muy altos de antioxidantes en forma de vitaminas A y B, que eliminan el colesterol y fortalecen y depuran los vasos sanguíneos. Tal como sucede con los cacahuetes, los pistachos tienen unos niveles considerados de proteínas, siendo así uno de los pocos productos de origen vegetal que contiene los nueve aminoácidos esenciales. Es por esto que también son una excelente opción para todas aquellas personas que no consuman carne o productos de origen animal en general. Finalmente, los pistachos contienen melatonina, que favorece el sueño.

Nueces

Otros frutos secos que ayudan notablemente a las funciones cognitivas son las nueces. No solo son de gran valor en cuanto a lo que a memoria y demencia se refiere, sino que además mejoran también el estado de ánimo. Son ricas en omega-3, por lo que sirven para reducir los triglicéridos, limpiar los vasos circulatorios y, en menor medida, reducir la presión arterial. En conjunto, se trata de un fruto seco muy completo que asiste en la salud cardiovascular y cerebral.

Avellanas

Las avellanas son una elección perfecta como postre. Especialmente si se acompañan de chocolate u otras frutas deshidratadas, pueden servir como un snack rico y saludable. Además de por su sabor, las avellanas contienen diversos nutrientes que hacen de ellas una alternativa sana a otros dulces y aperitivos industriales. Se recomienda consumirlas con piel, pues es en ella donde se alojan mayoritariamente los antioxidantes. Gracias a esto, se pueden emplear para combatir el estrés oxidativo. Su aporte en calcio también es significativo para combatir enfermedades óseas como la osteoporosis.

Anacardos

Aunque a priori pueda parecer que el anacardo es un fruto seco del que conviene no abusar por su alto volumen de grasa, la realidad es que estas grasas regulan el colesterol. Sus múltiples minerales (zinc, potasio, magnesio…) añaden una gran cantidad de ventajas para el sistema cardiovascular o la estructura ósea. Sin embargo, su gran ventaja es su contenido en leucina, un aminoácido que facilita la síntesis muscular. Esto hace que su consumo no solo mejore el rendimiento deportivo, sino que además asista en la recuperación de tejidos después de una actividad intensa. Además, los anacardos son muy saciantes, por lo que una pequeña cantidad puede ayudarnos a aguantar entre comidas.