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Comer en el trabajo: consejos y alimentos para poder hacerlo de forma saludable

Compaginar trabajo y tener una buena alimentación sí es posible si sabes cómo hacerlo, qué hábitos seguir y qué tipo de alimentos consumir

Se acerca el buen tiempo y con él la necesidad de ponerse a dieta para perder unos kilitos de más. Pero la falta de tiempo y de conciliación en el trabajo nos hacen recurrir a platos preparados o comidas fuera de casa que pueden no ser las mejores opciones si queremos mantener una alimentación sana y equilibrada que nos ayude a ponernos en forma. Sin embargo, sí es posible comer fuera de casa de forma saludable. A continuación dejamos unos consejos e ideas para platos que pueden convertirse en nuestros mejores aliados en el camino a perder peso.

Planificación

El primer paso a seguir si se quiere llevar a cabo una dieta saludable en la oficina es planificar las comidas que vamos a tener con antelación. Cocinar en casa y tener tuppers preparados para llevar a la oficina puede ayudar no solo a ser más conscientes de lo que vamos a comer, sino también a evitar sorpresas de última hora, antojos o recurrir a comida rápida que no aporta nada.

Un dato importante pero que es fácil pasar por alto es tener en cuenta si nuestro lugar de trabajo dispone o no de microondas o nevera. Saber esto puede ayudar a descartar cierta clase de platos y, en general, a planificar mejor nuestras comidas. En el caso del frío, además, se puede recurrir a las llamadas bolsas isotérmicas, que ayudan a mantener fríos los alimentos.

Snacks sí, pero no todos valen

Aunque de un tiempo a esta parte se haya querido demonizar esta práctica, la realidad es que picar entre horas no es intrínsecamente malo si sabes como hacerlo. Casi todas las oficinas suelen tener máquinas expendedoras con patatas fritas y otras chucherías; en su lugar, opta por traerte fruta de casa, yogures sin materia grasa o frutos secos como nueces y avellanas. Estas opciones prevalecen igualmente frente a los snacks «saludables» que podemos encontrar en algunos supermercados, como barritas proteicas o de cereales, que suelen contener más azúcares y aditivos que los productos naturales mencionados antes.

Comer de menú no es malo sí sabes qué priorizar

Otra opción bastante común es la de comer de menú en un restaurante o en los comedores de la empresa. Es mucho más cómodo que traer un tupper de casa, pero también más arriesgado a la hora de evitar tentaciones. Sin embargo, hay ciertos parámetros a tener en cuenta, como el consumo moderado de sal (y de salsas o condimentos ricos en ella). Asimismo, debe priorizarse el consumo de pescado al de carne, y el de alimentos hervidos o a la plancha sobre los fritos. Finalmente, casi todos los restaurantes y comedores tienen ensalada como guarnición o como primer plato, lo que lo hace una opción preferible a sus alternativas.

Cuidado con los platos de carne o pescado

Esto no tiene que ver con la pérdida de peso, pero sí con la salud en general. Los ya mencionadas carnes o pescados (así como también huevos) hervidos o a la plancha deben estar perfectamente cocinados si no van a ser consumidos en el momento. Al no estar cocinados al completo pueden quedar bacterias de forma residual que luego pueden proliferar cuando el alimento se encuentre en estado de conservación. Por ello, si nos gusta la carne poco hecha pero queremos evitar una intoxicación alimentaria, quizá es preferible optar por otro alimento que pueda ser más seguro en su consumo.

Platos para preparar en el último momento

Asimismo, existe una serie de platos que es preferible prolongar lo máximo posible su preparación. Tal es el caso de las verduras y frutas en crudo: si las vamos a cortar y pelar tenemos que ser conscientes de que no aguantan mucho tiempo. Por otro lado, las latas de conserva (atún, moluscos…) deberán abrirse en el momento en que vayan a consumirse si no queremos romper bruscamente la cadena de frío. Lo mismo para las ensaladas, que no deberán aliñarse si no se van a consumir en el momento.

El tiempo de la comida es sagrado

Por último, un consejo para tener una comida óptima: evita comer frente a la pantalla del ordenador. Por un lado por el efecto psicológico que produce no tomarse un descanso; por otro, porque precisamente esto hace que no prestemos tanta atención a las porciones y que podamos comer en exceso. Desconecta y disfruta de tu comida, ya habrá tiempo para continuar el trabajo más tarde.

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