Fundación Kālida
A diez años de su origen, la Fundación Kālida ofrece acompañamiento a los pacientes de cáncer y a sus familiares
La Fundación Privada Kālida nació en Barcelona con la firme convicción de acompañar a quienes conviven con el cáncer, ya sean pacientes, familiares o cuidadores, desde un enfoque que trasciende lo estrictamente clínico. Constituida en diciembre de 2015 gracias al impulso de la Fundación Privada Nous Cims y del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, esta institución se inspira en el modelo psicosocial desarrollado por la organización escocesa Maggie’s, y forma parte de su red internacional.
Desde sus inicios, Kālida planteó una misión ambiciosa: crear centros de apoyo integrales al lado de los servicios de oncología de hospitales públicos, donde las personas pudieran encontrar un refugio acogedor, recibir acompañamiento emocional, social y práctico, y sentirse comprendidas y escuchadas. En mayo de 2019, su primer centro abrió sus puertas al público: el Centro Kālida Sant Pau, situado en el recinto histórico del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona. Este espacio fue diseñado por la arquitecta Benedetta Tagliabue, con interiorismo de Patricia Urquiola, en un edificio pensado no solo para ser funcional, sino también reconfortante, que favorece la calma y el bienestar de quienes lo visitan.
Actividades organizadas por Kālida
El modelo de Kālida no se limita a ofrecer un espacio físico. Sus servicios son totalmente gratuitos y están diseñados para complementar la atención médica, proporcionando apoyo emocional, social y psicosocial sin necesidad de cita previa. Dentro del centro, un equipo multidisciplinar formado por psicooncólogas, enfermeras especializadas, trabajadores sociales y profesionales en terapias alternativas como mindfulness, arteterapia o ejercicio físico ofrece acompañamiento en múltiples formatos.
Además, Kālida ofrece un programa muy variado de actividades destinadas a gestionar las emociones durante el proceso oncológico. Por ejemplo, organiza sesiones de apoyo emocional sin cita previa, grupos especializados según diagnóstico (como cáncer de mama o próstata), cursos de manejo del estrés, talleres de relajación, meditaciones de mindfulness, y espacios para familiares y cuidadores. También aborda otras dimensiones vitales: impartiendo talleres de sexualidad, iniciativas para afrontar la incertidumbre de la recaída o sesiones de psicooncología individual, familiar o en pareja para quienes lo necesitan.
En paralelo, la fundación ha desarrollado su presencia digital con la plataforma Kālida Online, donde proporciona información rigurosa y basada en la evidencia científica sobre el cáncer, sus tratamientos y los efectos secundarios. Asimismo, ofrece recursos para mejorar el bienestar emocional y físico, dirigidos tanto a pacientes como a sus entornos más cercanos.
Equipo multidisciplinar
El órgano de gobierno de Kālida está constituido por un patronato compuesto por figuras destacadas del ámbito sanitario, empresarial y de la sociedad civil. El presidente es Germán Castejón, mientras que como secretario figura el abogado Miquel Roca Junyent y en la tesorería está José Luis Rubiralta, representante de Nous Cims. Entre los miembros del patronato también destacan el Dr. Agustí Barnadas, el Dr. Josep Tabernero, la arquitecta Benedetta Tagliabue y Laura Lee, directora ejecutiva de Maggie’s.
El equipo operativo de Kālida también está muy estructurado. En gestión, recaudación de fondos y comunicación lidera Joan Reventós como director; le acompañan profesionales de administración, captación, recursos humanos y campañas digitales. En el centro Sant Pau, el personal cuenta con coordinadora, psicooncólogas, enfermeras de soporte oncológico y asesores sociales, además de un amplio voluntariado.
Los valores que guían la labor de Kālida están profundamente enraizados en el respeto, la escucha, la acogida, la empatía y la profesionalidad. No se habla de “pacientes”, sino de «personas»: porque el objetivo no es curar solo desde lo médico, sino acompañar desde la humanidad.
Objetivos y actos
En su plan estratégico, Kālida apunta a varios objetivos claramente definidos. En primer lugar, desea expandir su modelo más allá de Sant Pau, estableciendo nuevos centros junto a hospitales públicos. De hecho, su voluntad de llegar a más personas ya ha cristalizado con el acuerdo con el Hospital General de Granollers perteneciente a la red C-17 Hospital Clinic para hacer su segundo Centro Kalida y está en conversaciones con otros hospitales de referencia en el territorio nacional.
También pretende consolidar su programa de acompañamiento psicosocial, mantener la gratuidad de sus servicios y fomentar alianzas con otras entidades para multiplicar su impacto. Su modelo se sostiene gracias al apoyo de donantes particulares, empresas y fundaciones que creen en la importancia de un soporte integral para las personas con cáncer.
Las actividades de captación y sensibilización son otra línea fundamental de su labor. Por ejemplo, lanzaron una taza solidaria Kālida x Javirroyo, con ilustraciones del célebre dibujante Javirroyo. Cada taza, por un donativo simbólico, ayuda a financiar los servicios gratuitos de la fundación, al tiempo que transmite la esencia de Kālida: un refugio cálido frente a la adversidad. También han participado en campañas de prevención y promoción de hábitos saludables, como Come sano y muévete en colaboración con la Federación Catalana de Entidades contra el Cáncer (FECEC), poniendo el foco en la alimentación, la actividad física y la prevención.
Futuro
La proyección de Kālida al futuro está incluso contemplada en su estrategia institucional. Sus impulsores han manifestado desde muy pronto la ambición de replicar su modelo en otros hospitales públicos del país, trabajando desde acuerdos público-privados que permitan construir más centros junto a servicios oncológicos. Este crecimiento no solo implicaría más espacios físicos, sino también una red de apoyo emocional cada vez más sólida para quien lo necesite.
Además, su memoria anual reciente revela que Kālida forma parte de la FECEC desde 2019, lo que le permite colaborar con entidades como la European Cancer League, la Plataforma Española de Pacientes y otros agentes del tercer sector. Esta integración refuerza su capacidad para influir en la política social y sanitaria, al tiempo que amplía su red de apoyo y visibilidad.
En síntesis, la Fundación Kālida es hoy mucho más que un proyecto pionero: representa un modelo de atención oncológica humana, centrado en la persona, que desde su estructura consolidada se embarca en un camino de expansión y profundización. Su fuerza reside en la combinación entre un espacio físico diseñado con intención y sensibilidad, un equipo profesional competente y voluntarios comprometidos, y un modelo de financiación que le permite ofrecer todo esto sin coste para quienes lo usan. Al acompañar con respeto, escucha y calidez, Kālida transforma la experiencia del cáncer: no cambia la enfermedad, pero sí puede mejorar dramáticamente la forma en que se vive.

