Adiós al hígado graso: se aprueba un nuevo medicamento para combatirlo
Resmetirom regula el metabolismo lipídico y mejora la función mitocondrial, consiguiendo resultados de eficacia significativos en la regresión de la fibrosis
La Esteatosis Hepática Metabólica (EHMet) o «hígado graso» es una enfermedad asintomática y silente que se produce por un cúmulo excesivo de grasa en el hígado no causado por el alcohol. Afecta al 25% de la población mundial. Una prevalencia que irá en aumento en paralelo al crecimiento de la obesidad, la diabetes y las enfermedades inmunomediadas, que están haciendo de esta patología un problema de salud pública de primera magnitud.
La aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) del primer fármaco (resmetirom) para el tratamiento de la Esteatosis Hepática Metabólica en pacientes con fibrosis moderada o avanzada, es una «magnífica noticia», como afirma el presidente de la Asociación Española para el Estudio del Hígado, el Dr. Manuel Romero. «Este medicamento mejora la enfermedad hepática al regular el metabolismo lipídico y mejorar la función mitocondrial. Y es además muy fácil de administrar: una pastilla al día, muy seguro, eficaz, y bien tolerado en la mayoría de los estudios. Además, reduce los niveles de colesterol, el estrés oxidativo y permite proteger del daño a la célula», explica.
Los datos hablan por sí solos
Los últimos estudios realizados con resmetirom han demostrado que disminuye la esteatosis y la inflamación y sobre todo mejoró la fibrosis en un 25%-30% de los pacientes. La progresión del hígado graso pasa por tres etapas; una primera cuando la grasa acumulada en el hígado supera el 5%; la segunda, cuando esa grasa produce inflamación; y la tercera, que es cuando la inflamación produce fibrosis (cicatriz en el hígado). Es en esta última cuando el hígado puede dejar de funcionar. La administración de este fármaco debe combinarse además con una dieta adecuada (mediterránea equilibrada) y la práctica de ejercicio físico moderado.
El hígado graso se vincula a la gran epidemia de este siglo: la obesidad. El sedentarismo y no llevar una dieta saludable influyen directamente en la posibilidad de sufrir no solo hígado graso, sino cualquier otra enfermedad hepática. Para el Dr. Romero el resmetirom tiene «una potente capacidad para eliminar la grasa en el hígado, para mejorar la inflamación, y para que una cuarta parte de los pacientes tengan una mejoría de la fibrosis hepática». «Nos abre las puertas a nuevas opciones terapéuticas», ha concluido.