Hospital de Formentera
Una isla que gana autonomía sanitaria, el Hospital de Formentera al servicio de su comunidad
En la pequeña isla de Formentera, donde antaño los pacientes graves debían trasladarse al puerto vecino o incluso al mar para llegar a un hospital en otra isla, hoy se encuentra el Hospital de Formentera, una infraestructura sanitaria regional que simboliza el derecho a la salud adaptado al entorno insular. Más que una edificación médica, este hospital representa un hito en la isla, dotando a la población local de servicios de urgencia, diagnóstico y hospitalización con dignidad y proximidad.
Orígenes, contexto y puesta en marcha
Hasta mediados de los años ochenta, Formentera carecía de un hospital y los cuidados más especializados debían buscarse fuera de la isla. En 1989 comenzó a trámite la petición de un centro hospitalario propio, impulsada por la administración autonómica de las Islas Baleares y las autoridades locales. Las obras para su construcción arrancaron en la primera mitad de la década del 2000 y el hospital abrió sus puertas a comienzos de 2007, marcando un gran avance en la sanidad de la isla. La operación quirúrgica pionera se registró en enero de 2007 y pocos días después tuvo lugar el primer nacimiento en sus instalaciones.
La ubicación del hospital en Cala Sa Senieta responde también a una planificación que buscó integrar la atención médica al paisaje isleño, respetando el entorno natural y manteniendo un tamaño acorde con el volumen de población.
Cobertura asistencial y oferta de servicios
El Hospital de Formentera cumple un papel esencial para los aproximadamente 11.000 residentes de la isla, sin olvidar los miles de visitantes en temporada turística.
El centro cuenta con servicios quirúrgicos de Cirugía General y Digestiva, Ginecología y Obstetricia, Traumatología, Anestesia y Reanimación; servicios médicos como Cardiología, Endocrinología, Medicina Interna, Neurología, Oncología, Urología, Pediatría, Psiquiatría de niños y adultos; además de servicios auxiliares como Radiodiagnóstico, Rehabilitación, Urgencias 24 horas y Farmacia hospitalaria.
Una de sus ventajas es su helipuerto, adyacente al servicio de urgencias, lo que permite la evacuación rápida de pacientes críticos hacia centros de mayor complejidad en otras islas. En años recientes se ha acometido una renovación del servicio de Radiología que incluyó la adquisición de un mamógrafo, un nuevo ortopantomógrafo, un arco quirúrgico y un aparato de radiología portátil. Esta mejora tecnológica permitió aumentar la actividad quirúrgica y diagnóstica en la isla. En 2021 se aprobó la creación de un hospital de día con cuatro puestos de diálisis, lo que supone un paso hacia la atención de patologías renales sin necesidad de desplazamiento fuera de la isla.
Actividad, logros y proximidad
Tras diez años de actividad, el hospital ya acumulaba más de 100.000 consultas, 2.500 intervenciones quirúrgicas y más de 750 nacimientos, lo que evidencia su consolidación como centro asistencial primario en la isla. La cercanía con la población local, la humanización del trato y la adaptación a un entorno insular hacen que el hospital sea un referente de atención cercana, en un territorio donde la geografía impone desafíos adicionales.
Retos y perspectivas de futuro
El Hospital de Formentera afronta varios retos propios de su singularidad insular. Uno de ellos es ampliar la capacidad diagnóstica y quirúrgica para reducir al mínimo las derivaciones externas. Otro reto importante es mantener una plantilla estable y especializada que cubra, en temporadas de alta demanda, la atención tanto de residentes como de visitantes. Asimismo, la gestión del flujo turístico, la variabilidad estacional de la población y el acceso logístico son desafíos diarios para la organización sanitaria.
La modernización tecnológica debe continuar, al igual que el fortalecimiento de los servicios de hospital de día, apoyo domiciliario, telemedicina y coordinación con centros de referencia en el archipiélago. El hospital se encamina hacia una mayor autonomía funcional, manteniendo siempre los vínculos con el sistema público regional para asegurar la equidad y calidad de la atención.
El Hospital de Formentera es más que una infraestructura sanitaria, ya que representa el compromiso de llevar la sanidad pública de calidad a una isla pequeña, donde cada recurso debe ajustarse a doble realidad, la de los habitantes permanentes y la de los visitantes estacionales. En su corta historia ha permitido que muchos residentes reciban cuidados cerca de su entorno y sin necesidad de desplazarse al exterior.
En un territorio de poco más de 80 km², con paisaje y ritmo particular, el hospital simboliza que la insularidad no debe ser sinónimo de menos sanidad. Y mientras mira al futuro, el hospital reafirma su propósito: ser un centro humano, accesible y adaptado al lugar, sin renunciar a la tecnología, la calidad y la formación.

