Ibermed
La ONG Ibermed tiene el propósito de ofrecer asistencia sanitaria a comunidades en desarrollo de Iberoamérica
Ibermed nació de una constatación simple y contundente: en demasiados lugares, el derecho a la salud depende del código postal. En 1997, tras un viaje a Guatemala, los doctores Fernando de la Portilla y Eva León transformaron esa evidencia en compromiso y fundaron una organización andaluza, independiente y sin ánimo de lucro, orientada a garantizar atención sanitaria y condiciones de vida dignas a comunidades empobrecidas. Desde entonces, su trabajo se ha concentrado sobre todo en Guatemala, con una base social de voluntariado sanitario y un enfoque que integra salud, agua y saneamiento, nutrición, educación y mejora de la habitabilidad.
La historia de la entidad se teje a través de vínculos estables y de una práctica continuada. Su proyecto más longevo es la colaboración anual con el Hospital de las Obras Sociales del Santo Hermano Pedro, en Antigua Guatemala, donde los equipos quirúrgicos de Ibermed intervienen a personas sin recursos; la trayectoria se remonta a finales de los noventa y ha convivido con acciones en otras geografías, como Ecuador, además de iniciativas de formación y atención primaria en áreas rurales guatemaltecas. En 2025, la Junta de Andalucía destacaba públicamente la 28.ª expedición quirúrgica, signo de continuidad y consolidación del modelo.
Funciones y alcance
Las funciones de Ibermed responden a un concepto amplio de salud pública. A la cirugía programada en Antigua, que combina especialidades con un plan docente para residentes, se suman jornadas de atención primaria y cribados, programas contra la desnutrición infantil, proyectos de acceso al agua potable, mejoras de viviendas para reducir riesgos sanitarios y una línea específica frente a la enfermedad de Chagas que vincula prevención domiciliaria, diagnóstico y apoyo al tratamiento. Esta prevención combinada se apoya en alianzas locales y en la participación comunitaria, lo que aumenta la sostenibilidad de los resultados.
Su alcance geográfico es nítido. La ONG trabaja de forma prioritaria en el este de Guatemala, donde articula agua y saneamiento, seguridad alimentaria y salud maternoinfantil. Además, ha impulsado respuestas puntuales en El Salvador ante emergencias y mantiene actividades de sensibilización e investigación en España, como el estudio y la formación sobre Chagas en centros de salud de Huelva. Este doble alcance refuerza la coherencia de su intervención.
En 2024, Ibermed documentó un salto cualitativo. La entidad ejecutó el mayor número de intervenciones de su historia reciente y formalizó con su contraparte MEJORHA un convenio con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social de Guatemala para institucionalizar parte de su trabajo y coordinarse mejor con el sistema público. Ese mismo año, el equipo quirúrgico realizó 298 operaciones en Antigua, mientras los programas comunitarios construyeron o rehabilitaron sistemas domiciliarios de agua y pilas-lavaderos, entregaron filtros purificadores y acompañaron procesos de reforestación de huertos familiares que alivian la carga de cuidados de las mujeres.
Ibermed, comprometidos con el desarrollo social
La estructura de gobierno responde a un modelo participativo. La Asamblea General marca las líneas maestras y la Junta Directiva (presidida por Guillermo Velázquez Giménez de Cisneros, con Natividad Valencia como vicepresidenta, Luis Beltrán como secretario e Ignacio Escoresca como tesorero) garantiza la gestión estratégica junto a un equipo de vocalías y el área de proyectos. Este organigrama permite coordinar misiones sanitarias, cooperación al desarrollo y acción social con criterios de transparencia y rendición de cuentas, reforzados por la condición de Entidad de Utilidad Pública reconocida por el Ministerio del Interior.
Los objetivos de Ibermed se formulan sin ambages: promover el desarrollo social, sanitario, cultural y humano desde un enfoque de derechos, libre de adscripciones políticas o religiosas; trabajar con equipos interdisciplinares y con perspectiva de género; y orientar cada intervención a resultados medibles en salud y bienestar. Sus valores de salud, solidaridad, igualdad, participación y sostenibilidad no son un lema, sino una guía operativa que explica la elección de contrapartes, la priorización de comunidades y la inversión en capacitación local.
Los ejemplos concretos ilustran esa lógica. En Chiquimula, la mejora de viviendas y suelos, el repello y encalado de paredes y la fumigación comunitaria reducen la presencia del vector del Chagas, a la vez que se entregan test rápidos y se fortalecen los centros de salud; en paralelo, se formó y equipó a 135 comadronas y a 119 profesionales del CAP de Jocotán, y se instalaron módulos de atención maternoinfantil y redes de radiocomunicación entre centros. A ello se sumaron becas para secundaria de niñas en Comapa y jornadas de diagnóstico y educación contra la desnutrición infantil en aldeas rurales.
Un futuro prometedor
La proyección de Ibermed también se reconoce en su inserción en redes. La organización es miembro de espacios especializados, como la Coalición para el Control de la Enfermedad de Chagas, y ha impulsado formación al personal sanitario en España para mejorar el diagnóstico de esta enfermedad, cerrando el círculo entre cooperación internacional y salud global. No es un detalle accesorio: refuerza el retorno social del conocimiento adquirido en campo y alinea a la ONG con prioridades sanitarias transnacionales.
Veintisiete años después de su creación, Ibermed mantiene un hilo conductor: transformar la realidad con intervenciones precisas, medibles y sostenidas, ejecutadas junto a instituciones públicas y organizaciones comunitarias. La suma de quirófano, agua segura, vivienda saludable, nutrición y capacitación no es una lista, sino una política: reducir vulnerabilidades que se alimentan entre sí. Allí reside su singularidad y su utilidad pública, y también la razón por la que cada nueva edición de sus proyectos no es una repetición, sino un paso más en una misma dirección.
Conozco de primera mano la excelente labor que Ibermed realiza en Guatemala, y además de lo reseñado en el artículo destacaría la gran calidad humana del personal médico y sanitario voluntario, su acción solidaria y respetuosa y su mística y apropiación.
Muchas gracias por tu comentario! 🙂