Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF)
La historia del INTCF se remonta a finales del siglo XIX y representa una trayectoria inmaculada y de referencia en el panorama de la toxicología internacional
El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) es el órgano técnico adscrito al Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes que auxilia a la Administración de Justicia y vela por la unidad de criterio científico y la calidad de la pericia analítica. Su trayectoria hunde las raíces en los laboratorios de Medicina Legal creados en 1886 y puestos en marcha en 1887 en Madrid, Barcelona y Sevilla; en 1935 se unificaron bajo la denominación de Instituto Nacional de Toxicología, y a partir de 2003 adoptaron el nombre actual, con funciones ampliadas. El Reglamento vigente del Instituto se aprobó por Real Decreto 862/1998, posteriormente ajustado en 2015, y encuadra su misión, su dependencia orgánica y su alcance estatal con sede en Madrid.
¿A qué se dedica el INTCF?
Las funciones legales del INTCF se despliegan en varios planos que se refuerzan mutuamente. Por un lado, emite informes y dictámenes para juzgados y fiscalías y practica análisis e investigaciones toxicológicas a requerimiento de autoridades judiciales, gubernativas y médicos forenses; por otro, actúa como centro de referencia metodológica para los Institutos de Medicina Legal y para organismos nacionales y extranjeros, difunde conocimiento toxicológico y fomenta la investigación aplicada en ciencias forenses. El reglamento subraya, además, la independencia técnica de sus dictámenes, emitidos conforme a las reglas de investigación científica.
Una pieza singular de ese mandato es el Servicio de Información Toxicológica (SIT), en funcionamiento continuo desde 1971, que opera 24 horas al día para atender consultas sobre intoxicaciones y exposiciones a sustancias químicas. El servicio responde tanto a población general como a profesionales sanitarios, y proporciona orientación clínica para diagnóstico, primeros auxilios, tratamiento y pronóstico apoyándose en bases de datos propias y comerciales. El SIT mantiene conexión directa con la Sala Nacional de Emergencias de Protección Civil para incidentes químicos de relevancia y acumula una experiencia sostenida que, por ejemplo, superó el millón de llamadas tras nueve años de informatización. En el plano regulatorio, el Instituto ejerce como centro antitóxico designado en España para recibir notificaciones de mezclas peligrosas conforme al artículo 45 del Reglamento CLP, lo que asegura que la información necesaria esté disponible para la respuesta sanitaria de urgencia.
Alcance y organización del INTCF
El alcance del INTCF cubre todo el territorio nacional mediante tres Departamentos (Madrid, Barcelona y Sevilla) y una Delegación del Departamento de Sevilla en La Laguna (Tenerife). Este despliegue no solo fija proximidad operativa a los órganos judiciales, sino que articula servicios de Biología, Química y Drogas, Histopatología, Criminalística, Garantía de Calidad, Valoración Toxicológica y Medio Ambiente, además del propio SIT, con distribución de competencias y cauces de coordinación internos. A ese mapa se suma su papel de laboratorio de referencia en análisis toxicológico-forenses y su relación orgánica y funcional con los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses, explicitada en convenios de colaboración que favorecen estándares homogéneos y transferencia de conocimiento.
La organización combina dirección central y liderazgo territorial. La Dirección del Instituto, provista por libre designación entre facultativos del propio INTCF, radica en Madrid y ejerce la planificación, la inspección de departamentos y la propuesta de métodos oficiales y planes de investigación. A fecha de la información oficial consultada, el director es Jorge González Fernández; los departamentos están dirigidos por Carolina Sánchez de la Torre (Madrid), Manuel Crespillo (Barcelona) y María Luisa Soria (Sevilla), y la Delegación de La Laguna por Alexis Hernández Luis. La coordinación se completa con una Comisión de Coordinación presidida por la Dirección e integrada por la dirección de los departamentos y de la delegación, prevista en la normativa aplicable.
Objetivos y proyección pública
Los objetivos que guían la actividad del INTCF pueden resumirse en cuatro vectores: asegurar una pericia analítica técnicamente impecable para los órganos judiciales; unificar criterios en métodos y resultados mediante programas de calidad y referencia; prevenir y mitigar el daño por intoxicaciones a través de la información clínica inmediata del SIT; e impulsar la innovación y la formación continuada en ciencias forenses en alianza con universidades, servicios sanitarios y laboratorios públicos. El marco jurídico insiste en esa combinación de servicio a la Justicia, independencia técnica y cooperación científico-institucional como base de la calidad pericial y de la seguridad del paciente y de la ciudadanía.
La proyección pública del Instituto se aprecia en actos y campañas de divulgación y apertura institucional. En la Semana de la Administración Abierta, el INTCF organiza visitas guiadas a los laboratorios del Departamento de Madrid para mostrar equipos, protocolos y el trabajo de sus facultativos, un ejercicio de transparencia que acerca la actividad pericial a la ciudadanía. En el terreno institucional, la ministra de Justicia ha puesto en valor su labor y sus iniciativas en ámbitos como la lucha contra la violencia sexual o los delitos medioambientales durante visitas oficiales a sus instalaciones.
Por su parte, el SIT no solo presta asistencia telefónica continua; también capitaliza hitos que refuerzan la conciencia pública sobre riesgos domésticos y laborales y sobre la utilidad de consultar ante una exposición. Y en la vertiente regulatoria, la actualización del procedimiento de notificación de sustancias y mezclas químicas al INTCF ilustra una tarea menos visible pero decisiva para la respuesta sanitaria y la investigación pericial.
Un organismo de referencia
En síntesis, el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses ha tejido, a lo largo de más de un siglo, una arquitectura técnico-jurídica que combina red territorial, servicios altamente especializados y una cultura de calidad y coordinación interadministrativa. Su doble perfil, pericial y preventivo, sustentado en reglamentos específicos y en prácticas de cooperación, convierte al INTCF en una pieza discreta pero esencial del Estado de Derecho, donde cada informe, cada llamada atendida y cada metodología consensuada contribuyen, con rigor y eficacia, a la protección de la salud, a la prueba científica y a la tutela judicial efectiva.