La vitamina D es crucial para la salud ósea y sus beneficios extraesqueléticos, sin embargo, ¿está justificada su alta demanda?
Los expertos no recomiendan el cribado en población general sin factores de riesgo de déficit de vitamina D
La vitamina D es uno de los nutrientes fundamentales en la salud musculoesquelética, ayuda a absorber el calcio de los huesos y para que estos estén fortalecidos. Un factor indispensable para el sistema inmunitario de la población, además de sus posibles efectos en enfermedades autoinmunes, cardiovasculares, diabetes y cáncer.
En palabras de la Dra. Sílvia Martínez Couselo, especialista en Bioquímica Clínica del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol, “mantener concentraciones adecuadas de vitamina D no solo es crucial para la salud ósea, sino también para el equilibrio del sistema inmunitario, lo que puede ser determinante para reducir el riesgo de desarrollar diversas enfermedades autoinmunes”.
En los últimos años, los especialistas en salud han analizado las consecuencias generadas por el importante aumento de la demanda de vitamina D en los pacientes. Por este motivo, la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML) organiza el curso “Nuevas recomendaciones para la medida de la concentración sérica de vitamina D y su gestión de la demanda desde los laboratorios clínicos”, en el marco de su proyecto de formación virtual ACADEMIA SEQCML, que se celebra este 28 de noviembre y está moderado por la Dra. Roser Ferrer Costa, jefa de Servicio de Bioquímica Clínica del Hospital Universitari Vall d’Hebron en Barcelona.
Durante el curso, se han llevado a cabo diversas ponencias en las que han intervenido la Dra. Sílvia Martínez Couselo, y la Dra. Eulàlia Urgell Rull, especialista de Bioquímica Clínica en el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau en Barcelona, y donde se han abordado aspectos sobre la medición y la gestión de la vitamina D en los pacientes.
Gestión de la demanda y medicina de valor
En estos momentos, la Medicina de Laboratorio abarca la prevención, el diagnóstico, la monitorización y el tratamiento de las enfermedades para conseguir el máximo beneficio para los pacientes, sin embargo, también debe trabajar en liderar un nuevo modelo de laboratorio fundamentado en la medicina basada en valor.
“La medicina basada en valor supone un cambio de paradigma, al colocar al paciente en el centro de la atención, buscando mejorar los resultados clínicos y la calidad de vida a través de la eficiencia, la coordinación y la atención personalizada”, explica la Dra. Sílvia Martínez Couselo. La experta remarca que “los laboratorios clínicos desempeñan un rol fundamental en la gestión eficiente y racional de la demanda de pruebas de vitamina D, asegurando que estas se realicen solo cuando sean necesarias y útiles para el manejo del paciente”. En esta línea, “la intervención de los laboratorios es crucial en la evaluación de las concentraciones de vitamina D, ya que su medición refleja las reservas y nos permite identificar el déficit de vitamina D en individuos que se encuentren en riesgo”, argumenta la Dra. Eulalia Urgell Rull.
Deficiencia de la vitamina D
Llegar a definir la deficiencia de la vitamina D es uno de los temas que continúa suscitando controversia entre la comunidad científica. En la actualidad, el déficit de este nutriente a nivel mundial está presente y viene asociado a factores como los cambios en los estilos de vida, la contaminación, el uso de protectores solares o el incremento de la obesidad. En Europa, entre un 35-70% de la población muestra concentraciones insuficientes de vitamina D.
Para conocer y entender con más detalle las bases de las discrepancias sobre la deficiencia de la vitamina D, se han publicado a lo largo de este año 2024, distintos documentos de consenso y guías de práctica clínica que “permiten comprender en profundidad las bases científicas y clínicas de la vitamina D, así como su impacto en la salud”. Además, “estos documentos revisan exhaustivamente el metabolismo de la vitamina D y sus efectos, tanto sobre la salud ósea como en los efectos extraesqueléticos”, explica la Dra. Urgell Rull en su ponencia.
El creciente interés por la vitamina D en los últimos años ha generado un incremento de las solicitudes de análisis de este nutriente de manera exponencial. “Este incremento se debe a que, en las últimas décadas, multitud de estudios han relacionado la deficiencia de vitamina D con patologías extraesqueléticas (como enfermedades cardiovasculares, diabetes, autoinmunidad y algunos tipos de cáncer), junto a una mayor conciencia de los déficits generalizados”, manifiesta la Dra. Urgell Rull.
Asimismo, “la combinación de una toxicidad menor a la prevista del tratamiento con vitamina D, sumada a una alta prevalencia de deficiencia en la población general, ha llevado a que cada vez más expertos empezaran a recomendar la administración de suplementos, con el consiguiente aumento de la demanda”, resalta la ponente.
Los tratamientos con vitamina D aportan importantes beneficios a los pacientes, contribuyendo en muchos casos, a mejorar la salud ósea y muscular. “Mejoras de la densidad ósea, fortalecimiento de los huesos, más resistencia a las fracturas, mejor función muscular, así como disminución del dolor óseo-muscular”. Además, según evidencia la Dra. Urgell Rull, “la medición es vital en los casos de pacientes con síntomas de déficit, en enfermedades crónicas que puedan afectar a la absorción y al metabolismo de la vitamina D, desde la osteomalacia/raquitismo, osteoporosis, insuficiencia renal y hepática graves, afectaciones del cociente calcio/fósforo (Ca/P), sospecha de toxicidad, entre otros”.
Finalmente, la definición de concentraciones adecuadas de vitamina D sigue siendo un motivo de controversia entre los especialistas. “No existe ninguna evidencia que apoye la medida de la concentración sérica de vitamina D en la población general sin riesgo de déficit; por tanto, no se recomienda el cribado en la población general sin factores de riesgo de déficit de vitamina D”, concluye la doctora.