Las cardiopatías congénitas pueden ser causa de muerte súbita y suponen el 28% de las anomalías congénitas mayores en la población europea
El avance de los estudios genéticos ha propiciado un mejor diagnóstico en estos últimos años que ha permitido avanzar en la precocidad del tratamiento para las cardiopatías congénitas
Este 14 de febrero se conmemora el Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas. Una condición relativamente frecuente, pues supone el 28% de las anomalías congénitas mayores en la población europea, y considerada la principal causa de mortalidad en personas con enfermedades congénitas. Así lo recoge el documento de opinión Cardiopatías desde el nacimiento: una visión interdisciplinar, impulsado por la Fundación de Ciencias de la Salud. Se trata de uno de los documentos multidisciplinares más completos y recientes publicados en español sobre este grupo de patologías.
El documento de opinión ha sido publicado por Fundación de Ciencias de la Salud y elaborado con la ayuda de expertos de diversas ramas de la Medicina: cardiólogos, pediatras, cardiólogos pediátricos, microbiólogos, anatomopatólogos y forenses, entre otros.
La necesidad de nuevos recursos y organización para tratar las cardiopatías congénitas
El Dr. Emilio Bouza, microbiólogo y patrono de la Fundación de Ciencias de la Salud, sostiene: «Las cardiopatías presentes desde el nacimiento son un problema de salud de primer orden que afecta cada vez a un número mayor de españoles. Por unas y otras razones hay cada vez un grupo mayor de personas que viven con cardiopatías congénitas y que requieren cuidados cardiológicos súper especializados de por vida, lo que hace precisos nuevos recursos y una nueva organización. Dimensionar este problema, saber más sobre el necesario consejo genético en muchas ocasiones, conocer mejor los métodos diagnósticos y terapéuticos disponibles y la necesidad de recursos para hacer frente a este grupo de enfermedades, son algunas de las preguntas a las que hemos tratado de responder».
Si bien es cierto que se ha producido una disminución en el número global de nacimientos con cardiopatías congénitas, debido al descenso general de la natalidad en nuestro país, de las cardiopatías congénitas detectadas, las graves han disminuido notablemente, incrementándose la incidencia de las leves. Esto se debe, entre otros factores, a la utilización más generalizada de la ecocardiografía en las unidades de neonatología y el hallazgo de lesiones menores, que antes era más difícil de diagnosticar. Por el contrario, las cardiopatías congénitas sin manifestaciones clínicas durante años, hasta la edad adulta, son malformaciones más simples, defectos aislados o de pequeño tamaño.
Aunque las causas genéticas pueden identificarse y evitarse en ocasiones, las formas de prevención más importantes se relacionan con la exposición a factores ambientales. Deben evitarse tóxicos como el tabaco, alcohol, polución ambiental y fármacos teratogénicos. Es preciso hacer una dieta saludable, y cumplir con los programas de vacunación, lo que implica un control precoz desde antes de la fecundación.