Las estrías. Qué son, sus causas y cómo tratarlas
Las estrías por lo general se consideran un problema estético, que está asociado a un impacto en la autoestima de aquellas personas que las tienen
Existen dos tipos de estrías en función de su tonalidad, una característica que da pistas sobre sus posibilidades de tratamiento y eliminación. Lo cierto es que aunque creamos que son más comunes en mujeres, también son bastante frecuentes en hombres y aparecen en distintas partes del cuerpo, así que para saber si es posible combatirlas, primero es conveniente conocer las causas de su aparición.
Las estrías son unas marcas comunes, de aspecto blanquecino o rojizo, que aparecen en la superficie de la piel debido a la ruptura de las fibras elásticas del tejido cutáneo. Estas suelen aparecer en el abdomen en la mayoría de casos, pero también pueden surgir en otras zonas en las que se acumulan reservas de grasa como las caderas, los muslos, los senos y los glúteos.
Por lo general, estas marcas aparecen tras el estiramiento rápido e intenso del tejido de la piel, ya sea por un rápido aumento de peso o un crecimiento muscular debido al ejercicio físico. Por eso, la piel se estira bastante más que su capacidad elástica y esto hace que de desgarren las fibras de colágeno y elastina que dan firmeza a la piel.
Pero su origen también puede deberse a diversos factores. Además de los cambios hormonales y del cambio en el volumen corporal, el factor genético también tiene mucho peso en la aparición de estrías, complicando el tratamiento y la eliminación de estas.
Síntomas y tratamiento de las estrías
Las estrías al principio se muestran de un color rojo o morado, pero con el tiempo pasan a ser más claras, llegando a un color blanquecino. Por esto se diferencian en dos tipos:
- Estrías rojas o moradas. Aparecen al principio del proceso de cicatrización de la piel y su tonalidad está motivada por la inflamación y el daño en los vasos sanguíneos de la dermis.
- Estrías blancas. Son las estrías rojas que han envejecido. Adquieren este color porque disminuyen los niveles de melanina en la zona afectada.
Estas suelen ser un problema frecuente en la sociedad, siendo más comunes en la pubertad y el embarazo, ya que el 90% de las mujeres las desarrollan. Es importante destacar que no hay nada malo en su aparición, ni suponen un problema médico, pese al estigma que existe actualmente en la sociedad ya que se asocia a una «imperfección» de la piel.
Con respecto al tratamiento, este depende del momento en el que se detecten, por lo que no siempre es posible eliminarlas, pero sí reducir su apariencia. Cuando las estrías son rojas o moradas, son más fáciles de tratar y eliminar, ya que están en una etapa temprana. Sin embargo, las estrías blancas requieren un tratamiento más intensivo.
Por un lado, se encuentran los tratamientos tópicos con cremas y aceites, que se aplican directamente sobre la piel afectada para ayudar a mejorar su apariencia. Estos productos suelen contener ingredientes nutritivos e hidratantes como el retinol, que ayuda a promover la renovación celular y podría ayudar a reducir la apariencia de las estrías. Por otro lado, están la microdermoabrasión, la terapia con láser y la terapia de luz pulsada (IPL), que trabajan para regenerar las capas superiores de la piel y promover la producción de colágeno y elastina.