La dermato-oncología aborda la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento del cáncer de piel, así como el diagnóstico y tratamiento de las toxicidades cutáneas derivadas de la terapia oncológica

Más de 100 residentes R3 han asistido a la segunda edición de DERMATO-ONCOLOGÍA, el curso de cáncer cutáneo que organizan la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y su Fundación Piel Sana con el apoyo del Grupo Español de Dermato-Oncología y Cirugía (GEDOC). Esta edición, que se ha celebrado los días 23 y 24 de febrero en Barcelona, ha estado coordinada por los doctores Susana Puig Sardá, Josep Malvehy Guilera y Javier Cañueto Álvarez y patrocinado por Pierre Fabre y Avène.

Dividido en cinco módulos, los profesores de este curso, todos ellos líderes de reconocido prestigio de la dermato-oncología en nuestro país, han analizado mediante la resolución de 2-3 casos clínicos la queratosis actínica y su campo de cancerización; el carcinoma escamoso; el carcinoma basocelular; el melanoma; y otros tumores: actualización en el carcinoma de células de Merkel.

Además, explica el jefe del Servicio de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, el doctor Cañueto, que este año han incorporado un pre-work en el que se ofrecía a los asistentes algunos artículos relevantes, guías clínicas y una serie de casos clínicos ilustrativos que pretendían dar un contexto para conseguir un mayor aprovechamiento del curso presencial. «El cáncer de piel es una parte fundamental de la formación del dermatólogo, es esencial que sea capaz de identificarlo y abordarlo adecuadamente», aclara. «El dermatólogo es el especialista que mejor conoce el cáncer de piel y el que trata más pacientes con cáncer cutáneo. Por ello, la formación en este ámbito tiene que ser sólida e integral. Con este curso, los R3 adquieren una serie de competencias que les resultarán muy útiles en su práctica clínica», añade el doctor.

«Atender de forma más global y completa»

Para María Dolores Benedicto Maldonado, R3 de Dermatología en el Hospital Virgen de la Victoria y asistente al curso, este curso aporta una visión holística del cuidado de la piel en el paciente oncológico. «Con este curso y mi formación en las distintas unidades dermato-oncológicas de mi servicio, pretendo poder atender a mis pacientes de una forma más global y completa en consulta y poder enfocar mejor aquellos casos más complejos que requieran un abordaje multidisciplinar», explica.

En palabras de Yolanda Gilaberte, jefa de Servicio del Hospital Universitario Miguel Servet y presidenta de la AEDV, el objetivo de este curso es dar las bases teóricas de la oncología cutánea que los residentes deben conocer, abordando de una forma integral lo que el dermatólogo general debe saber. «La oncología cutánea es una parte fundamental de nuestra especialidad y por eso este curso es obligado en el itinerario formativo que la AEDV brinda a sus residentes», aclara Gilaberte. También ha reconocido la colaboración de Pierre Fabre, que, como ha recordado, acompaña a la dermatología española desde hace muchos años: «Un laboratorio que ha crecido con nosotros, o nosotros con él, que se ha esforzado en cubrir necesidades no cubiertas en la dermatología clínica y cosmética y que sigue acompañándonos y aportando innovaciones que marcan diferencias».

Un punto clave en la formación de los futuros dermatólogos

Por su parte, Ariana Cornet, Medical Advisor Pharma Care Spain de Pierre Fabre, asegura que en Pierre Fabre apuestan por el abordaje holístico de los pacientes, desde la Oncología a la Dermocosmética. «Nuestro objetivo es trabajar siempre desde un enfoque multidisciplinar, con expertos profesionales de la salud, para desarrollar programas de apoyo que den respuesta a las necesidades específicas de nuestros pacientes», confiesa.  Para ello, opina que el primer eslabón para tratar correctamente las patologías se sustenta en la formación apropiada y exhaustiva de los residentes: «Este curso de R3 en dermato-oncología es crucial para poner nuestro granito de arena en la formación de excelencia de los futuros dermatólogos».

También ha explicado que la compañía mantiene un compromiso con las enfermedades dermatológicas en general, y también especialmente con las enfermedades dermato-oncológicas, como la queratosis actínica, el cáncer cutáneo no melanoma y el melanoma. «Pierre Fabre está comprometido a seguir apoyando iniciativas educativas en este campo a través de actividades como este curso, nuestra colaboración con congresos relevantes en dermato-oncología, como el GEDOC, la reunión del Grupo Español de Fotobiología o la creación del proyecto Skin and Cancer, dirigido a personas con cáncer y profesionales implicados en el manejo de su enfermedad», ha asegurado.