Hay factores que pueden prevenir el riesgo de padecer demencia, pero hay otros sobre los que no se puede actuar, como la edad y el sexo

Hay circunstancias que pueden prevenir padecer demencia, pero hay factores clave que no se pueden modificar. Por ejemplo, la edad, a partir de los 65 años, el riesgo de padecer demencia aumenta. Otro factor importante es el sexo, las mujeres tienen más riesgo de padecer demencia o alzhéimer que los hombres. Además, existen factores genéticos asociados a las demencias tempranas, que aparecen en personas más jóvenes, se trata del llamado alzhéimer familiar.

Como los factores del sexo y la edad no se pueden cambiar, hay otros factores llamados modificables sobre los que sí se puede actuar.

La educación es uno de estos factores modificables y de gran importancia. El nivel educativo bajo es un factor para padecer demencia. Hay que mantener el cerebro activo hasta las edades finales para proporcionarle protección y así mantener activa la reserva cognitiva. Es aconsejable aprender cosas nuevas, aprender algún idioma, leer, etc. para poder prevenir.

La depresión también puede incidir en la demencia. Lo que no se sabe es si se trata de causa o efecto. Está demostrado que pacientes con demencia se depriman incluso antes de manifestarse la dolencia. Otro factor puede ser el aislamiento social. Ante esto, se aconseja la interacción con otras personas durante la vejez.

Existen otros factores asociados al riesgo vascular, por ejemplo, la hipertensión, la obesidad y la diabetes. Con respecto a la diabetes, se trata de un factor muy importante, ya que las personas con diabetes tipo 2 tienen riesgo de demencia hasta 2 o 3 veces más que aquellas personas que no son diabéticas.

Finalmente, hay una serie de condiciones que pueden ser preventivas para la demencia. Por ejemplo, mantener una dieta mediterránea disminuye el riesgo porque incide en los factores de riesgo vascular. Además, realizar ejercicio físico también ayuda porque también reduce esos factores de riesgo vascular.