Realidad Virtual e Inteligencia Artificial, el futuro de la rehabilitación neurológica en espasticidad
Según el jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitari Mútua de Terrassa (Barcelona), el Dr. Lluis Guirao, aplicaciones como la IA deben ayudar en la toma de decisiones clínicas, así como en los posibles tratamientos para los pacientes con espasticidad
La aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) y la realidad virtual (RV) en los programas de neurorrehabilitación podrían suponer un cambio disruptivo en la forma de evaluar, tratar y acompañar a los pacientes con espasticidad. Estas tecnologías emergentes permiten abordar, de forma más precisa y eficaz, esta condición clínica frecuente en pacientes con ictus, lesión medular, esclerosis múltiple o daño cerebral hipóxico, entre otras afecciones neurológicas.
Tecnología para abordar la espasticidad
“Estamos ante tecnologías que, bien implementadas, pueden cambiar radicalmente la forma en que abordamos la espasticidad”, afirma el Dr. Lluís Guirao, jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitari Mútua de Terrassa (Barcelona). Según este experto, “no debemos confundir los términos de inteligencia artificial y realidad virtual, aunque en algunos casos vayan a convivir. No se trata de técnicas aisladas, sino soluciones complementarias que permiten ampliar nuestras capacidades clínicas y terapéuticas”.
Así, la Inteligencia Artificial se está incorporando como herramienta tanto de recogida de información clínica como de planificación del tratamiento. Según el doctor Guirao, “su valor reside en la capacidad de interpretar los patrones de espasticidad a partir de una simple fotografía, por ejemplo, identificar los músculos implicados y proponer dosis y diluciones basados en las principales guías, lo que nos ayuda en la toma de decisiones clínicas o posibles tratamientos”. “Además, gracias a la IA podemos reducir la carga administrativa mediante sistemas de reconocimiento de voz que permiten la transcripción de las historias clínicas”, explica el doctor.
Papel de la realidad virtual
Por su parte, la realidad virtual aporta una dimensión funcional y motivadora al ofrecer escenarios reales que recrean actividades de la vida diaria. “Gracias a la creación de juegos comerciales se han desarrollado aplicaciones de realidad virtual para neurorrehabilitación que permiten al paciente realizar ejercicios complementarios al tratamiento rehabilitador habitual, incrementando el tiempo efectivo de dicha terapia y permitiendo la realización de más repeticiones y durante más tiempo, lo que mejora la plasticidad”, subraya Guirao. Y añade: “Incluso podemos aplicar técnicas con evidencia en la recuperación funcional o mejora del dolor, como la terapia del espejo”.
Sin embargo, la implantación de estas tecnologías todavía es incipiente en España. “Aunque estén evolucionando muy rápido, la presencia de técnicas como la IA y la realidad virtual en los hospitales españoles aún es muy escasa, debido al miedo que existe a introducir herramientas aún desconocidas que puedan comprometer la seguridad digital”, confirma Guirao. “En cuanto superemos esa barrera inicial, el reto será convencer a los profesionales sanitarios de su gran utilidad y de que no vienen a sustituir el trabajo clínico, sino a reforzarlo”, comenta el jefe del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitari Mútua de Terrassa.
Colaboración interdisciplinar
Asimismo, este especialista destaca también el papel crucial de la colaboración interdisciplinar: “La integración de IA y RV en la medicina requiere una colaboración real entre profesionales de la salud, desarrolladores tecnológicos e investigadores. Aunque no es fácil lograr esa sinergia dentro del sistema sanitario, sí existen empresas que ya colaboran con centros sanitarios para definir las herramientas que puedan ser de más utilidad en el paciente con espasticidad, tanto para el diagnóstico como para el tratamiento, pero de una forma independiente y sin conectar con las historias clínicas”.
En definitiva, la Inteligencia Artificial y la realidad virtual ya no son una promesa de futuro, sino una realidad tecnológica, “aunque no lo estemos aplicando”, señala Guirao. “Y esto es solo el principio, en un futuro muy cercano, podremos valorar la marcha del paciente con espasticidad o la posición de sus miembros superiores mediante un teléfono, valorando sus patrones espásticos y ayudándonos a los profesionales en la toma de decisiones”, sentencia el doctor.
Espasticidad y su impacto en la calidad de vida de los pacientes
La espasticidad es un signo clínico que ocurre en numerosas afecciones neurológicas, como ictus, esclerosis múltiple, daño cerebral hipóxico, lesión cerebral traumática, lesión medular, tumores y enfermedades degenerativas. La espasticidad tiene una repercusión importante para el individuo, por pérdida de funcionalidad y autonomía, y también por su afectación de la calidad de vida.
Además, el tratamiento de la espasticidad es multidisciplinario y complejo, dependiendo de factores como la gravedad de la espasticidad, su localización o la patología subyacente y las comorbilidades y las complicaciones derivadas de la espasticidad.
Las cifras de incidencia y prevalencia de la espasticidad son variables. En el ictus, se estima que alrededor de un 38-40% de los pacientes tendrá algún grado de espasticidad y el 16% requerirá tratamiento. Esto será diferente dependiendo del tiempo transcurrido, y varía entre el 27% al mes y el 42,6% en la fase crónica (> 3 meses). En la lesión medular también hay cifras discordantes, pero se estima que un 40% de las personas con una lesión medular tendrá espasticidad. Sin embargo, los datos de los estudios varían entre un 40% y un 78%. En la esclerosis múltiple, la espasticidad está presente en más del 80% de los pacientes en algún momento de la enfermedad; en la parálisis cerebral, en el 72-91%, y en el traumatismo craneoencefálico moderado-grave, hasta en el 63,4%.