REDECAN estima que cerca de 27.000 cánceres hematológicos se diagnosticarán en España en 2023
De estos 27.000 nuevos cánceres hematológicos, 18.000 corresponderán a neoplasias linfoides y 9.000 a neoplasias mieloides
Para explicar y analizar los últimos grandes avances que se han producido en el campo de las enfermedades hematológicas, la SEHH ha organizado su VII Jornada de Divulgación «HematoAvanza”, con el apoyo de AstraZeneca, Gilead, Novartis, Roche, AbbVie y Lilly. San Lorenzo de El Escorial ha sido el escenario elegido para celebrar esta jornada, en la que se ha generado un foro de debate y aprendizaje entre hematólogos, periodistas y divulgadores, en torno a asuntos tales como las cifras del cáncer hematológico, la nueva inmunoterapia, la investigación en mieloma múltiple, el cambio de paradigma en el tratamiento de la leucemia crónica, el déficit de plasma y sus consecuencias, y las enfermedades hematológicas ultra-raras. Siete reputados expertos han vuelto a poner sus conocimientos a disposición de la ciudadanía, con el objetivo último de que toda esta innovación pueda trasladarse a la población general de la mejor forma posible.
Uno de estos expertos ha sido Rafael Marcos-Gragera, epidemiólogo del Instituto Catalán de Oncología y coordinador del proyecto HematoREDECAN, una iniciativa que tiene por objetivo analizar los indicadores epidemiológicos del cáncer hematológico en España. Los datos analizados “corresponden a la incidencia y supervivencia de estos cánceres de la sangre entre 2002 y 2013 y a un estudio en edad infantil con datos desde 1983 hasta 2018”, explica. En ese periodo se registraron un total de 56.777 cánceres hematológicos en los registros de cáncer de REDECAN. La mayoría de los casos (69%; N=39.156) fueron neoplasias linfoides (leucemia linfática crónica, leucemia aguda linfoblástica, linfoma y mieloma múltiple) y el 30% (N=17.522 casos) correspondían a neoplasias mieloides (leucemia aguda mieloblástica, leucemia mieloide crónica, síndromes mielodisplásicos y síndromes mieloproliferativos crónicos). “Como resultado del análisis de tendencia, las proyecciones estiman que cerca de 27.000 neoplasias hematológicas se diagnosticarán en España en 2023”.
La terapia CAR-T como paradigma de la medicina de precisión
Aunque todo parece indicar que el número de diagnósticos de cánceres hematológicos crece cada año, afortunadamente “estamos asistiendo a una revolución en su tratamiento gracias a la inmunoterapia”, destaca José María Moraleda Jiménez, coordinador de la Red de Terapias Avanzadas del Instituto de Salud Carlos III y ex presidente de la SEHH. Más concretamente, la terapia CAR-T, “se ha convertido en el paradigma de la medicina de precisión, dirigida a dianas moleculares, y ha provocado una verdadera revolución terapéutica”, afirma. Todos conocemos el mediático caso Alyssa, una niña de 13 años con leucemia aguda linfoblástica T en recaída después de múltiples tratamientos -incluyendo un trasplante de médula ósea- y sin esperanza de curación. “Hace poco más de un año se convirtió en la primera paciente del mundo tratada con una nueva estrategia CAR-T perfeccionada con edición génica; actualmente se encuentra sin enfermedad y con una reconstitución inmune adecuada”, señala.
Los anticuerpos monoclonales biespecíficos constituyen el nuevo brazo armado de la inmunoterapia contra el cáncer, después de la terapia CAR-T. “Combinan la especificidad de dos anticuerpos monoclonales y permiten el reconocimiento y unión específica a dos moléculas diferentes”, explica Ana Jiménez Ubieto, del Hospital Universitario 12 de Octubre. Esta nueva inmunoterapia “ofrece una alta eficacia en pacientes muy pretratados con una adecuada tolerabilidad”, añade. Se están investigando fundamentalmente en el tratamiento de la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple, pero también frente a enfermedades hematológicas no neoplásicas, como la hemofilia A. “Las aprobaciones actuales se sitúan a partir de la tercera línea de tratamiento y sus principales controversias se centran en la vía de administración, la duración y las medidas para aumentar su eficacia”. Son necesarios estudios para dilucidar todos estos asuntos.
Tanto la terapia CAR-T como los anticuerpos monoclonales biespecíficos están empezando a revolucionar el abordaje del mieloma múltiple, tal y como se ha podido comprobar en el último congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica. “El espectacular avance que se está produciendo en este cáncer hematológico es un claro ejemplo de lo que la investigación puede lograr, teniendo en cuenta que esto se ha debido, en gran parte, al trabajo del Grupo Español de Mieloma, el grupo cooperativo de investigación independiente más importante de la hematología española”, afirma María Victoria Mateos Manteca, actual presidenta de la SEHH. “En España, la absorbente actividad asistencial y falta de recompensa ha relegado la actividad investigadora a la nada o, como mucho, a la publicación de casos clínicos”, denuncia. “La Administración no crea espacios ni contempla tiempos dedicados a la investigación”.
Otro cambio de paradigma se está dando en el tratamiento de la leucemia linfática crónica, que representa el 1,2% de todos los nuevos diagnósticos de cánceres hematológicos, según datos del Registro Americano de Cáncer. “Representa el 30% de todas las leucemias del adulto y es el tipo de leucemia más frecuente en los países occidentales, con una incidencia estimada en 4-5 casos por 100.000 habitantes y año”, explica Raúl Córdoba Mascuñano, del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz. “El tratamiento libre de quimioterapia en la leucemia linfocítica crónica ya es una realidad, debido a las espectaculares novedades terapéuticas que se han producido en el último año, tanto en primera línea como en recaída”, destaca. Los ensayos clínicos actuales se centran en nuevas combinaciones de fármacos orales con distinto mecanismo de acción. En el ámbito de la biología, los avances “permiten conocer, con mayor profundidad, el perfil genético de este cáncer hematológico”.
93,2 millones de litros de plasma en 2026 para cubrir la demanda global
Dejando a un lado el abordaje de los cánceres hematológicos, Cristina Arbona Castaño, directora técnica de la Fundación CAT, ha analizado la necesidad de plasma autóctono que tiene España a día de hoy. “Estamos ante un recurso estratégico, pues es un material básico, económicamente importante y sometido a un alto riesgo de interrupción en el suministro, que se utiliza principalmente para fabricar inmunoglobulinas”, explica. Estos medicamentos derivados del plasma se utilizan en el tratamiento de inmunodeficiencias primarias, enfermedad de Kawasaki, síndrome de Guillain-Barré y trombocitopenia inmune, entre otras patologías. Se calcula que en 2026 se necesitarán 93,2 millones de litros de plasma para cubrir la demanda global de inmunoglobulinas, frente a los 57,8 millones de litros de 2018. “Solo en Europa se necesitarán 23,4 millones de litros”, afirma.
HPN, una enfermedad ultra-rara, adquirida y muy desconocida
En relación con las hemopatías ultra-raras, se ha abordado la hemoglobinuria paroxística nocturna (HPN), una enfermedad hematológica adquirida muy desconocida que condiciona la vida y para la que se cuenta con la Asociación HPN y Hematológicas Raras como complemento al mundo profesional. Pilar Ricard, Andrés, del Hospital Universitario Fundación Alcorcón, apunta que “los eventos trombóticos son la principal causa de mortalidad de estos pacientes, en hasta un 67% de los casos”. La carga de esta enfermedad en los afectados “es elevada, con evidente deterioro de su calidad de vida respecto de la población general, con manifestaciones clínicas insuficientemente controladas por los tratamientos disponibles, que también son motivo de presión para el paciente, impactando en los ámbitos laboral, personal y afectivo”, señala. Recientemente “han aparecido novedades terapéuticas muy prometedoras que reproducen y/o mejoran seguridad y eficacia, a la vez que aportan ventajas en comodidad y uso práctico”.