La Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), a favor del trabajo social sanitario
La sociedad establece el valor de esta clase de trabajo en los equipos de los hospitales
El trabajo social sanitario emerge como una disciplina esencial dentro del ámbito de la salud, con raíces históricas que se remontan al siglo XIX. Surgió como respuesta a las crecientes necesidades sociales y de salud, reconociendo la importancia de abordar no solo los aspectos médicos de la enfermedad, sino también las dimensiones sociales que afectan la salud de las personas. Desde entonces, ha evolucionado y se ha consolidado como una práctica fundamental en la atención integral de la salud.
El trabajo social sanitario desempeña un papel fundamental en la promoción del bienestar y la mejora de la calidad de vida de los pacientes y de sus familias. Sus funciones abarcan desde realizar un buen diagnóstico social y evaluar las necesidades sociales existentes hasta intervenir y acompañar para superar barreras y desafíos, facilitar del acceso a recursos de la comunidad más cercana al paciente y favorecer la promoción de la autonomía y la participación activa del paciente en su propio proceso de atención.
La exclusión social, la violencia de género o la inmigración, temas clave a abordar
La fortaleza del trabajo social sanitario radica en su capacidad para abordar factores sociales determinantes de la salud, como la exclusión social, la migración, la pobreza, la falta de vivienda, la violencia doméstica, la etnia y el género, entre otras circunstancias y/o condiciones que influyen directamente en la salud de las personas. Además, tener presente la figura del trabajo social sanitario en los equipos asistenciales permite una comprensión profunda de las realidades individuales y familiares, lo que contribuye a diseñar intervenciones personalizadas y efectivas. Dicha presencia es esencial para garantizar una atención integral y coordinada. Por ello, debe formar parte de los equipos multidisciplinares, trabajando en estrecha colaboración con los y las profesionales de la medicina, la enfermería, la psicología y demás ciencias de la salud.
Ubicar a los pacientes en su contexto social para mejorar la atención
Esta colaboración mejora la eficacia de los tratamientos, garantiza una atención centrada en el paciente y permite abordar las complejidades de las situaciones sociales y de salud. No se puede entender ni atender de forma adecuada e integral a una persona si no se la ubica en su contexto social.
La comunicación directa y la coordinación entre el personal sanitario y los/as trabajadores sociales permiten una atención más completa y sensible a las necesidades del paciente. La interconexión de conocimientos y perspectivas contribuye a una toma de decisiones informada y a la implementación de estrategias de atención más efectivas.
Conclusiones
El reconocimiento del trabajo social sanitario no solo es una necesidad imperante en el actual Sistema Nacional de Salud (SNS), sino que es indispensable para dar cumplimiento a los principios fundamentales de justicia social y equidad en la atención médica. Al reconocer la intrínseca conexión entre los factores sociales y la salud, el trabajo social sanitario se erige como un pilar esencial para construir un sistema de salud más compasivo, eficiente y centrado en el paciente. Promover y fortalecer la presencia del trabajo social sanitario en el ámbito de la salud es un compromiso con la salud integral y el bienestar de la sociedad en su conjunto.