Medicina

El 3% de los niños presenta hígado graso, una patología que hace una década era casi inexistente en estas edades

Los hepatólogos alertan de que lo peor, sin embargo, está por llegar. La epidemia de obesidad en edades tempranas, principal factor de riesgo de esta enfermedad, afecta ya al 30% de los niños y adolescentes españoles

La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), que integra a más de 1.200 médicos, enfermeras, investigadores básicos y otros profesionales sanitarios dedicados a la investigación y la atención de personas con enfermedades hepáticas en España, aprovechará la celebración mañana jueves del Día Internacional del Hígado Graso (Enfermedad Hepática Metabólica) para alertar en el Congreso de los Diputados del creciente impacto a edades cada vez más tempranas de esta enfermedad, que prácticamente no existía en España en niños hace diez años y que hoy afecta ya hasta al 3% de ellos, aupada por la hábitos de alimentación y sedentarismo.

“El problema es que lo peor está por venir y casi nadie es consciente”, explica el presidente de la AEEH, Manuel Romero, que ha advertido que estas cifras se van a ver exponencialmente incrementadas conforme se vayan manifestando en España las consecuencias de la epidemia de obesidad infantil que, como ya se está viendo en EE.UU, se extiende por todos los países avanzados de Europa. En España, un 30% de la población infantil tiene obesidad.

La gran dificultad, con esta patología, como en general con todas las enfermedades del hígado, es que es silente. Sus síntomas son inespecíficos y no se manifiestan hasta que el hígado presenta un daño elevado. En el caso de los niños, además, las pruebas de detección, a pesar de que han mejorado y simplificado enormemente la capacidad de diagnóstico, no se muestran tan fiables y precisas como en personas mayores. Diagnosticar cuanto antes, y muy especialmente en niños y jóvenes, es sin embargo esencial, pues un cambio a tiempo en la dieta y la actividad física en pacientes con enfermedad hepática metabólica permite revertir la enfermedad en más del 80% de los casos.

De hecho, en España el hígado graso se empieza a dar entre los 6-8 años y alcanza su mayor nivel de prevalencia ente los 10-12 años, mejorando en la adolescencia gracias precisamente a los mayores niveles de ejercicio físico que suelen darse en esas edades. “La irrupción de esta enfermedad en niños de 6-8 años es un fenómeno tan preocupante como inédito en nuestro país, donde la prevalencia del hígado graso siempre se ha concentrado entre los 40 y los 80 años. La aparición de una prevalencia de hasta el 3% en menores de edad augura una verdadera eclosión de esta patología en adultos”, explica la Dra. Rocío Aller, secretaria Científica de la AEEH.

Actualmente, se estima que el hígado graso afecta ya a más de 10 millones de españoles, de los que cerca de dos millones presentarían inflamación del hígado (esteatohepatitis) y, de ellos, 400.0000 presentarían ya una cirrosis hepática. Pero estamos muy lejos de haber tocado techo.

“Si no cambiamos los hábitos de consumo y los estilos de vida desde ya, y nos tomamos en serio esta cuestión, la obesidad y las tasas de diabetes se van a multiplicar y, con ellas, las de prevalencia de hígado graso”, continúa. “Es duro decirlo, pero estamos fabricando enfermos, así que hay que tomar medidas”, ha afirmado Manuel Romero, que mañana pedirá a los diputados del Congreso que promuevan “no sólo un abordaje multidisciplinar por parte de diferentes especialistas y profesionales sanitarios, sino también un abordaje multiinstitucional, que abarque no solo a la Sanidad Pública, sino a todas las instituciones, los colegios, las familias, los medios…”.

“Tenemos que lidiar con un problema que es muy complejo en la medida en que no se puede abordar solo desde lo sanitario pero al mismo tiempo es también un problema muy sencillo, en la medida en que con ejercicio físico y una dieta mediterránea, el paciente tiene un 80-90% de posibilidades de quitarse el problema de encima”, ha señalado.

Día Mundial del Hígado Graso

La AEEH llevará mañana su preocupación al Congreso en una jornada de Prevención y Detección Precoz de la Enfermedad Hepática Crónica organizada con motivo de la celebración del Día Mundial Hígado Graso, en la que los diputados y empleados de la Cámara que lo deseen podrán conocer el estado de su salud hepática a través de varias pruebas para valorar su perfil de riesgo.

A lo largo de la jornada, los participantes realizarán un test para valorar el riesgo de enfermedad hepática y, en presencia de ellos, se hará un fibroscan. Igualmente, se ofrecerá la realización de la prueba de la hepatitis C a todas aquellas personas que nunca se la hayan realizado, en línea con los objetivos de la OMS de eliminar las hepatitis víricas como problema de Salud Pública en 2030, y en aras del esfuerzo que ha realizado nuestro país -el que más pacientes ha tratado y curado por millón de población. La jornada se realiza en colaboración con la Alianza para la Eliminación de las Hepatitis Víricas en España (AEHVE) y la Federación Nacional de Trasplantados Hepáticos (FNETH).

El objetivo de esta acción es concitar la atención de los representantes políticos sobre la creciente incidencia y prevalencia de las enfermedades hepáticas y concienciar sobre la necesidad de abordarla a través de un Plan Nacional de Salud Hepática. Y es que uno de cada cinco españoles se encuentra en riesgo de padecer una enfermedad del hígado y las patologías relacionadas con este órgano representan ya la tercera causa de muerte prematura en España. Son, además, la segunda causa de años de vida laboral perdidos, solo por detrás de las enfermedades cardiovasculares, y siguen una tendencia al alza imparable.

Además del hígado graso, a los especialistas les preocupa particularmente el crecimiento de la enfermedad hepática relacionada con el consumo de alcohol. Ambas han desplazado a las hepatitis virales como principal causa de cirrosis, cáncer de hígado e indicación de trasplante, con la particularidad además de que la incidencia de estas dos patologías no sólo está avanzando, sino que lo hace a edades cada vez más tempranas, como se ha expuesto. Por ello, la AEEH propone desarrollar un Plan nacional con el foco puesto en la prevención y en la detección precoz.

Para la prevención, establece el objetivo fundamental de incidir en el cambio en los estilos de vida y comportamientos que están detrás del incremento de las enfermedades hepáticas no víricas. En particular, considera imprescindible abordar de forma muy seria el consumo de alcohol a edades cada vez más tempranas. Igualmente, estima imprescindible intervenciones decididas en prevención de la obesidad, que está detrás de la progresión del hígado graso.

En relación con la detección precoz, la AEEH incide en la necesidad de hacer un cribado de enfermedad hepática en todas las personas que presentan factores de riesgo como diabetes, obesidad o abuso en el consumo de alcohol. “El principal mensaje que queremos trasladar mañana en el Congreso es que la mayoría de las enfermedades del hígado pueden prevenirse y tratarse a tiempo y que para lograrlo lo primero es aumentar el nivel de conocimiento y concienciación por parte de todos, empezando por nuestros representantes políticos.

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