Cómo cuidar nuestra salud ocular en plena era digital
Hoy en día vivimos inmersos en un entorno cada vez más digitalizado, donde las pantallas se han convertido en una extensión de nuestra vida cotidiana
Desde la telemedicina hasta el teletrabajo, pasando por el ocio digital y la educación virtual, la exposición ocular a dispositivos electrónicos ha alcanzado niveles sin precedentes. Esto ha generado una creciente preocupación en la comunidad sanitaria sobre las consecuencias del uso intensivo de pantallas en la salud ocular.
Según la Asociación Americana de Optometría, más del 70% de los adultos experimentan síntomas de fatiga visual digital. Esta condición, también conocida como síndrome de visión por computadora (CVS, por sus siglas en inglés), agrupa una serie de molestias visuales y musculoesqueléticas asociadas a la exposición prolongada a pantallas.
Por ello, es fundamental promover la educación sobre salud visual y fomentar medidas preventivas basadas en evidencia. A continuación, se detallan estrategias clave para preservar la salud ocular en la era digital.
1. Fatiga visual digital
La fatiga visual digital no es una enfermedad en sí misma, sino un conjunto de síntomas causados por la exposición continua a pantallas. Entre los signos más frecuentes destacan:
- Visión borrosa intermitente
- Ojos secos o llorosos
- Sensación de ardor o escozor
- Dolor de cabeza frontal o periorbitario
- Tensión cervical y lumbar
Estos síntomas suelen ser temporales, pero si no se corrige la causa, pueden cronificarse. Los factores que la agravan incluyen la mala iluminación, el parpadeo insuficiente, la distancia inadecuada de la pantalla y el uso prolongado sin pausas.
2. Aplicar la regla 20-20-20 y pausas activas
Una medida sencilla pero eficaz es la regla 20-20-20: cada 20 minutos de trabajo frente a una pantalla, mirar un objeto a 20 pies (6 metros) de distancia durante al menos 20 segundos. Esta práctica ayuda a relajar la musculatura ciliar y a prevenir el espasmo de acomodación, una de las causas de visión borrosa transitoria.
Además, se recomienda realizar pausas activas cada 60 minutos, en las que se aproveche para estirarse, caminar y descansar la vista.
3. Optimizar el entorno visual de trabajo
Las condiciones ambientales son determinantes para evitar la fatiga visual. Se aconseja:
- Brillo y contraste adecuados. Ajustar el brillo de la pantalla al nivel de luz del entorno para evitar reflejos o sobreexposición.
- Filtros de luz azul. Usar lentes con filtro o activar el modo nocturno del dispositivo para reducir la exposición a la luz azul, ya que puede interferir con la producción de melatonina y alterar el ritmo circadiano.
- Distancia y altura de la pantalla. La distancia óptima es de entre 50 y 70 cm, con la parte superior del monitor ligeramente por debajo del nivel ocular.
4. Importancia del parpadeo y la hidratación ocular
Durante la concentración visual en pantallas, la frecuencia del parpadeo puede disminuir hasta un 60%, lo que provoca la evaporación de la lágrima y sequedad ocular. Para contrarrestarlo:
- Estimular el parpadeo consciente.
- Usar lágrimas artificiales en caso de molestias, preferiblemente sin conservantes si se requiere uso frecuente.
Mantener una buena hidratación general y una alimentación rica en omega-3, nutrientes vinculados a la salud de la película lagrimal.
5. Revisiones oftalmológicas periódicas
El uso prolongado de pantallas puede agravar defectos refractivos no corregidos (miopía, hipermetropía, astigmatismo), lo que incrementa el esfuerzo visual. Por ello, es esencial realizar revisiones visuales regulares, incluso en personas sin antecedentes oftalmológicos. En pacientes con ametropías, es conveniente actualizar la prescripción óptica para evitar compensaciones visuales que puedan provocar cefaleas o astenopía.
6. Impacto en la infancia y adolescencia
Los niños y adolescentes representan una población especialmente vulnerable. El uso excesivo de dispositivos está vinculado al aumento de la miopía escolar, una condición cuya prevalencia ha aumentado drásticamente en la última década. La OMS recomienda:
- Limitar el tiempo de pantalla en menores de 5 años a no más de 1 hora diaria.
- Fomentar al menos 2 horas diarias de actividades al aire libre, ya que la exposición a la luz natural ha demostrado tener un efecto protector frente al desarrollo de la miopía.
7. Promover la salud visual como parte del bienestar integral
La salud ocular no debe abordarse de forma aislada. Un enfoque integral que incluya educación visual en el entorno laboral, campañas de prevención en centros escolares y formación del personal sanitario es fundamental para enfrentar los retos visuales del siglo XXI.