Politizados
Hace un tiempo, cenando con un gran amigo mío, hablando de todo un poco, me preguntó qué tal iban las cosas con el negocio y el sector sanitario. Por supuesto, le conté con toda la confianza y me comentó sus impresiones. Es un hombre bien informado y, por tanto, muy preocupado por cómo se están desarrollando los acontecimientos, sobre todo los políticos que, nos guste o no, influyen de lleno en lo social y en lo económico, muchísimo más de lo que nos gustaría. Tras cambiar impresiones, en un momento de la conversación, me comentó que había leído varios editoriales míos y me preguntó si no me preocupaba que pudieran perjudicarme. Me extrañó su pregunta, ¿Por qué? Le pregunte yo. Porque el sector sanitario está muy politizado por la izquierda y puede molestar la crítica, me respondió. Mi contestación le pareció más o menos razonable.
El sector sanitario no está más politizado que cualquier otro sector, ni menos. El sanitario, por encima de ideologías, es sanitario y desarrolla de igual forma su cometido, independientemente de la ideología que le gestione. Eso no quiere decir que haya elementos extremistas que hacen mucho ruido, con estruendo y machaconamente para parecer más. Los sanitarios tienen las mismas preocupaciones que cualquier otro ciudadano porque también pagan sus hipotecas, van a la compra, se preocupan de los estudios de sus hijos, pagan las facturas de la luz, el gas y la gasolina. En definitiva, son ciudadanos como los demás y la gestión del resto de cosas cotidianas también les preocupa. Si alguno se molestase por cualquier cosa que escribo, pues qué le voy a hacer. Solo doy mi opinión, tan válida y respetable como la contraria. Me gusta utilizar situaciones imaginarias absurdas, donde intento hacer una crítica con sentido del humor, o eso intento.
No obstante, cualquier lector de IEFS nos tiene a su disposición para exponer sus opiniones sobre cualquier tema que les pueda parecer interesante, nosotros tenemos una línea editorial abierta a todas las sensibilidades, solo tienen que ponerse en contacto con nosotros.
Ser crítico con el que gobierna, me parece más lógico, puesto que son los que gestionan el dinero que aportamos con nuestros impuestos. La oposición, también es criticable, faltaría más, pero mientras gestione ideas y poco más, poca sustancia se puede sacar. El gobierno actual, da para mucho, por suerte y/o por desgracia, según se mire.
Estaría bien que los ciudadanos supiesen de dónde proceden muchos de los ingresos de todos los medios de comunicación y de muchos periodistas, porque descubrirían, con gran sorpresa, las incoherencias entre sus opiniones vertidas y su forma de vida opulenta. Estas son las contradicciones que provoca tener demasiado amor por el dinero y, por supuesto, una ausencia total de ética personal y profesional. Pero esto da para otro editorial.
José Luis Águeda
Editor
“El amor de un perro hacia su dueño es directamente proporcional al trato recibido” (Anónimo)