Medicina

El Hospital Gregorio Marañón ha tratado con un método sin cirugía a 455 bebés con pie zambo

El 3 de junio se celebra el día internacional de esta malformación congénita

La Sección de Traumatología y Ortopedia Infantil del Hospital General Universitario Gregorio Marañón ha tratado a 455 pacientes pediátricos en la consulta especializada en el pie zambo, también denominado pie equino varo, que es una de las deformidades congénitas infantiles más frecuentes, se da en uno de cada mil niños nacidos en nuestro país. Desde el año 2004, en el Hospital Gregorio Marañón esta patología se aborda con el Método Ponseti, que está considerado como el mejor tratamiento para corregir esta malformación, siendo pioneros y una de las unidades de referencia en crear una consulta y un programa personalizado de pie zambo.

El pie zambo es un conjunto de deformidades congénitas que están presentes en el momento del nacimiento en las que el pie del bebé presenta unas características diferentes ya que, en lugar de orientarse hacia delante y tener la forma típica de uno normal, el pie zambo se orienta hacia abajo y gira hacia dentro. Hasta en el 50% de los casos se da en ambos pies y es más común en varones, según indican los especialistas de esta unidad.

Según Ángel José Villa, jefe de Sección de Traumatología y Ortopedia Infantil del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Gregorio Marañón, “aún no sabemos por qué se produce el pie zambo, pero cada vez más estudios nos indican que hay que abogar por un origen genético, es decir, hablamos de una deformidad congénita y, por eso, el tratamiento que hacemos con el Método Ponseti se basa en hacer que el pie funcione lo mejor posible para que los niños puedan llevar una vida normal”.

“Es preciso señalar que, hoy en día, esta deformidad es totalmente curable gracias al método desarrollado por el ortopeda español Ignacio Ponseti, que llevamos empleando en el Marañón desde hace casi 20 años con unos resultados fantásticos. Lo ideal es comenzar en cuanto sea posible con el Método Ponseti que se trata de una manipulación concreta y colocación específica de unos yesos en un orden preestablecido. Esos yesos de cambian cada semana durante unas cinco a siete semanas”, cuenta Ana María Martínez, médico adjunto de la unidad especializada en pie zambo.

Método Ponseti

Cada semana se les cambia el yeso a los pequeños pacientes, se les moviliza el pie y se les pone uno nuevo, y así consecutivamente. Este proceso se repite entre cuatro y seis veces. Los yesos van desde los dedos del pie hasta la raíz del muslo, con la rodilla colocada en 90 grados. “Para los niños este es un proceso indoloro, tras el que siempre quedan unos grados del pie hacia abajo que hay corregir. Y esta sería la tercera fase en la que se realiza una pequeña incisión en el tendón de Aquiles de apenas 2 milímetros. Esta es una cirugía muy sencilla, lo que denominamos cirugía percutánea. Tras esta cirugía, el bebé sale con otro yeso que se mantiene tres semanas para que cicatrice el tendón”, indica Guillermo Sosa, médico adjunto de la unidad.

El cuarto paso es la ferulización, en la que se les ponen unas botitas de horma recta a los niños que van unidas por el medio por una barra que se colocan a los grados precisos, en función de las necesidades de cada niño, y sirve para prevenir la recidiva ya que, según explica Rocío Gamero, médica adjunta del Servicio de Traumatología y Ortopedia Infantil del Hospital Gregorio Marañón, “el 80% lo hace, por eso es muy importante la labor que realizamos de explicarles a las familias la necesidad de que los niños tengan puestas las botas, nosotros les citamos cada 15 días para ver cómo van y revisar pero, al principio, deben usarlas 23 horas y ese compromiso lo deben adquirir las familias para que el resultado sea bueno”.

Cuando llevan tres meses con ellas, se las ponen solo para dormir, lo que en menores de 2 años se traduce en unas 17 horas al día; a los 2-3 años 14 horas, y 12 horas hasta que tienen 5 años. Por último, acuden a revisiones cada seis meses tras haber cumplido los 5 años y después, anual o bienalmente, hasta que los pacientes dejan de crecer.

Importancia de la formación del pie zambo

El programa de tratamiento del pie zambo infantil del Hospital Gregorio Marañón contempla como una de sus vertientes principales la formación en la asistencia a esta patología, el entrenamiento en la realización del Método Ponseti y la difusión de este método a todos los profesionales sanitarios, “en nuestra larga y contrastada experiencia nos hemos convertido en uno de los centros referentes en esta patología y apostamos por ofrecer formación tanto a médicos residentes como a otros especialistas a través de jornadas que organizamos en el Marañón y en otros hospitales españoles. Además, nos esforzamos cada día en ofrecer una atención individualizada a los pacientes y una información pormenorizada a las familias para que se impliquen en que el tratamiento sea un éxito”, señala Ángel Villa.

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