Hospitales infantiles. Cómo se adaptan a las necesidades de los más pequeños
La atención médica infantil en hospitales necesita un enfoque especializado que considere varias cosas: enfermedades y dolencias pediátricas y el bienestar emocional y psicológico de los niños
Los hospitales infantiles han evolucionado de manera significativa con el paso de los años, creando entornos más amigables, cálidos y adaptados a las necesidades de los niños y sus familias. ¿Cómo se han ido transformando estos centros para brindar una atención integral a los niños?
Existen varios factores clave:
Ambiente y diseño hospitalario
Es uno de los aspectos fundamentales en los hospitales infantiles en la actualidad, intentan que sean centros modernos tanto en el diseño arquitectónico como en el diseño decorativo. No se trata de la estética “fría” y de aspecto clínico que suelen tener los hospitales tradicionales, ahora se han incorporado colores vivos, espacios recreativos y murales con distintas temáticas. Muchos hospitales han optado por inspirarse en la naturaleza, personajes de juegos animados, etc. Para crear un ambiente cálido y acogedor en los pacientes.
Además, las habitaciones también se han adaptado para dar comodidad tanto a los niños como a sus familiares o acompañantes. Se incluyen camas adicionales para los padres, televisores con contenido infantil, e incluso juguetes que ayudan a reducir el estrés o el malestar de los niños ingresados.
Personal médico especializado
El profesional sanitario de los hospitales infantiles se compone de diferentes profesionales con altas capacidades en los ámbitos de pediatría, psicología infantil y otras ramas relacionadas con la atención a niños (cirugía pediátrica, oncología, etc.). Además de profesionales de medicina y enfermería, estos hospitales cuentan con terapeutas, educadores y trabajadores sociales que ayudan a los pacientes a sobrellevar su hospitalización de la mejor manera posible.
El trato humano es fundamental e imprescindible en estos centros hospitalarios. Los profesionales sanitarios utilizan un lenguaje adecuado para los niños, fomentan la participación de los padres en el proceso de atención, y crean estrategias para reducir el miedo de los pequeños.
Tecnología y equipamiento
Los avances en tecnología también han permitido la creación de equipamiento médico adecuado y diseñado específicamente para pacientes infantiles. Hay hospitales que tienen equipos de resonancia magnética con imágenes divertidas o instrumental médico en pequeños tamaños pensado para reducir el miedo y mejorar la precisión de los diagnósticos.
Las herramientas digitales también son clave en estos centros hospitalarios. Algunos hospitales ya han implementado aplicaciones y plataformas interactivas que permiten a los niños conocer su tratamiento mediante juegos y vídeos educativos. Además, la telemedicina se ha convertido en una opción muy válida para consultas y seguimiento sin necesidad de visitas presenciales.
Programas de apoyo emocional y educativo
Estos hospitales no solo se centran en la salud física de los niños, sino también en su bienestar emocional. La mayoría cuentan con programas de apoyo psicológico y social que ayudan a los pacientes y familiares a afrontar la hospitalización y tratamiento.
Existen terapias con música, arte y juegos que son herramientas imprescindibles para el bienestar emocional de los niños. Además, se intenta promover la interacción con voluntarios y mascotas entrenadas que aportan alegría y así, reducen la ansiedad y el miedo de los pacientes.
Asimismo, la educación tampoco se descuida. Estos hospitales tienen aulas donde los niños pueden continuar con su aprendizaje durante su estancia allí. Estas aulas están diseñadas para que los ingresos hospitalarios no interrumpan el desarrollo académico y social de los pequeños.
Participación de la familia
Un factor fundamental es el papel que desarrolla la familia en el proceso de recuperación de los niños. Por ello, estos hospitales infantiles tienen jornadas de puertas abiertas para los acompañantes, para asegurar que estos miembros puedan estar presentes en todo momento. También se ofrecen programas educativos para que los padres aprendan a manejar la enfermedad de sus hijos y poder darles apoyo emocional.
Algunos de estos centros cuentan con alojamientos cercanos para familias que tengan que desplazarse desde otras ciudades, lo que reduce el impacto económico y emocional de los ingresos más prolongados.
En definitiva, los hospitales infantiles han evolucionado significativamente para ofrecer una atención completamente integral a los niños y a sus familias, consiguiendo que la experiencia a pesar de ser en un hospital sea más llevadera y menos traumática para los más pequeños.