Investigación

La IA podrá predecir los niveles de glucosa para ayudar al paciente a actuar de manera preventiva

Los endocrinólogos han incidido en la importancia de un diagnóstico y tratamiento precoz de la diabetes, ya que la mayoría de las diabetes monogénicas están etiquetadas como diabetes tipo 1 y 2, lo que provoca que los pacientes no reciban el tratamiento adecuado

Los sistemas híbridos de lazo cerrado que combinan un sensor continuo de glucosa con una bomba de insulina y un algoritmo de control se han posicionado como el tratamiento gold standard de la diabetes tipo 1, ya que mejoran de manera espectacular el control glucémico y la calidad de vida de estas personas. Pese a ello, su uso sigue siendo aún minoritario por su coste”, ha indicado la Dra. Ana Chico, consultora senior del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y miembro del Área de Diabetes de la SEEN, en la ponencia ‘Novedades en tecnología y diabetes’, en el marco del 65º Congreso de la SEEN, que tiene lugar del 16 al 18 de octubre en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo.

Los sensores continuos de glucosa son, sin duda, los dispositivos que han tenido un mayor impacto en la última década en el manejo de la diabetes y, desde la generalización de su uso, el manejo de la diabetes ha cambiado de forma radical “repercutiendo también en otros aspectos tan relevantes como la reducción del número de ingresos por descompensaciones agudas de la diabetes, lo que tiene un efecto coste-beneficio fundamental”, ha añadido la doctora. A medio-largo plazo contribuyen sin duda a reducir las complicaciones crónicas derivadas de la diabetes.

La endocrinóloga ha afirmado que la medición de glucemia capilar cada vez está más relegada, ya que los sensores de glucosa son empleados por prácticamente el 100% de personas con diabetes tipo 1 y tipo 2 en tratamiento con insulina. En cuanto a las novedades que surgen en relación a los sensores de glucosa son un menor tamaño de los dispositivos, una mayor exactitud de la medición, mayor facilidad de uso y la posibilidad de conectarse con bombas de insulina o con plumas de insulina. “Ya se han desarrollado sensores que están a punto de comercializarse en nuestro país que incorporan sistemas de Inteligencia Artificial capaces de predecir los valores de glucosa futuros para que el paciente adopte las medidas preventivas oportunas”, ha aseverado la facultativa.

El diagnóstico precoz, esencial para implementar el tratamiento adecuado

La genética desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la diabetes. En este sentido, hay que diferenciar entre diabetes monogénicas y poligénicas. Las diabetes monogénicas están provocadas por la afectación de un solo gen conocido mientras que, en las poligénicas, el riesgo genético de una persona para desarrollarlas se basa en cambios que residen en múltiples áreas genéticas siendo las más comunes los tipos 1 y 2. El Dr. Jesús Blanco, médico especialista en Endocrinología y Nutrición en el Hospital Clínic de Barcelona y Barnaclínic+, en el marco de la ponencia ‘Diabetes monogénicas’, ha subrayado que: “sin embargo, en las diabetes monogénicas, que se estiman hasta en un 5%, se conoce relativamente bien la vía molecular que precipita la ausencia de control de los niveles de glucosa”.

El diagnóstico y tratamiento precoz en el abordaje de la diabetes es crucial, ya que la mayoría de las diabetes monogénicas están actualmente etiquetadas de manera errónea como diabetes tipo 1 y tipo 2, “lo que provoca que ni la persona que las padece ni sus familiares reciban el tratamiento adecuado”. Por ello, es fundamental conocer la causa molecular de la enfermedad para saber más sobre el curso natural del proceso y la respuesta a los diferentes tratamientos.

En este sentido, el Dr. Blanco ha manifestado que la línea entre las diabetes monogénicas y la diabetes tipo 2 “es muy tenue e incluso ambas llegan a solaparse”, por lo que el foco debe ponerse en mejorar el conocimiento sobre la diabetes tipo 2 en lugar de en los casos menos frecuentes de esta patología. Por ello, el principal desafío consiste en mejorar su diagnóstico basado en la sospecha clínica o la búsqueda sistemática de estos casos, así como en trasladar su enfoque a las formas más prevalentes de diabetes como los tipos 1 y 2.

Los avances más importantes en el ámbito del diagnóstico de las diabetes monogénicas son la presencia de alteraciones en múltiples genes, ya que “antes había que repetir análisis gen a gen de manera secuencial y, aunque posibilita detectar más formas de este tipo de diabetes, añade más complejidad y convierte en imprescindible el diálogo fluido con los equipos de genética molecular”.

La Monitorización continua de Glucosa mejora el control de la diabetes

Asimismo, otra de las ponencias, bajo el nombre ‘MCG en el hospital: interpretación para manejo insulínico’, a cargo del Dr. Diego Fernández, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del hospital Virgen de la Victoria y jeje de Servicio del hospital Vithas Xanit de Málaga, ha estado centrada en las novedades en relación a la Monitorización Continua de Glucosa (MCG), que permite conocer los valores de esta sustancia de manera continua y su tendencia durante las 24 horas del día mediante un sensor insertado en el cuerpo que envía la información a un lector externo. Por ello, el Dr. Fernández ha resaltado que los sistemas de monitorización pueden mejorar el control de la diabetes dentro del hospital, ya que reducen el riesgo de hiperglucemias e hipoglucemias.

Los pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2 u otros tipos de diabetes tratados con múltiples dosis de insulina “deberían disponer de un sistema de monitorización continua”. Así, la Dra. Chico ha señalado que para el profesional es esencial también disponer de información más detallada y precisa del control glucémico de los pacientes, ya que los datos de los sensores de glucosa y de los sistemas híbridos permiten realizar recomendaciones terapéuticas precisas e individualizadas.

Por último, el Dr. Fernández ha insistido en que el desafío más importante de los profesionales en este ámbito consiste en optimizar la formación de todos los profesionales sanitarios. En este sentido, la experta ha concluido que la tecnología en diabetes, como en otros ámbitos, está experimentando un desarrollo rápido e imparable, “por lo que el experto debe estar formado y actualizado adecuadamente”, y ha abogado también por que se disponga siempre del soporte tecnológico adecuado, sobre todo, a nivel informático.

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