Medicina

El papel del deporte en la prevención y el tratamiento del cáncer ginecológico

La jornada “Caminando hacia la Esperanza: mujer, deporte y cáncer” se ha celebrado en el marco del Día Mundial del Deporte

“Si no fuera por el deporte, no habría recuperado mi estado normal tras el cáncer”. Virginia Torrecilla, exjugadora del Atlético de Madrid que recientemente ha superado un cáncer, ha explicado así el papel que tuvo el deporte en su recuperación durante la jornada “Caminando hacia la Esperanza: mujer, deporte y cáncer” que ha celebrado GSK con el objetivo de promover la importancia del cuidado de la salud y el papel que tiene el deporte en un estilo de vida saludable y en la prevención del cáncer ginecológico. Asimismo, el encuentro ha contribuido a dar visibilidad, concienciar y apoyar el conocimiento y la prevención de esta enfermedad.

La jornada se ha celebrado en el marco del Día Mundial del Deporte, que tiene lugar cada 6 de abril, y ha contado con la participación del Dr. César Rodríguez, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), Marcelo Ruz, secretario de la Asociación Mama Ovario Hereditario (AMOH), Virginia Torrecilla, exjugadora del Atlético de Madrid y superviviente de cáncer, y el Dr. Javier Núñez, médico responsable del Atlético de Madrid.

Cristina Henríquez de Luna, presidenta y consejera delegada de GSK España, y Beatriz Álvarez, presidenta de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (Liga F), han sido las encargadas de dar la bienvenida a los asistentes. Durante su intervención, Henríquez de Luna ha recordado que “el cáncer ginecológico es el tercero más común en la mujer en España, después del de mama y el cáncer de colon y recto. Por ello, en GSK tenemos el compromiso de transformar juntos el cáncer en esperanza y, como dice nuestro propósito, trabajamos cada día con el objetivo de adelantarnos a la enfermedad a través de la detección precoz, el diagnóstico temprano y sobre todo la concienciación para una mayor calidad de vida de las pacientes.”

También añade que “en GSK estamos convencidos de que la prevención es la mejor medicina para los pacientes, las sociedades, los sistemas sanitarios y las economías. Por eso es clave concienciar a la población femenina de la importancia de no faltar a nuestras revisiones ginecológicas y llevar una vida activa.”

Se estima que se diagnostiquen 13.280 casos de cáncer de ovario, endometrio y cérvix en 2024

Dentro del cáncer ginecológico, el de endometrio es el más frecuente, seguido del cáncer de ovario y del cáncer de cérvix. El cáncer de ovario es, además, el quinto más letal para las mujeres europeas. La SEOM en su informe «Las cifras del cáncer en España 2024” estima que, a lo largo de este año, se diagnosticarán 13.280 nuevos casos de cáncer de ovario, endometrio y cérvix en nuestro país.

El Dr. César Rodríguez, presidente de SEOM, ha destacado en su intervención que “no debemos conformarnos con la implementación de programas de ejercicio físico en la población general y en los pacientes, sino que debemos ir más allá y trabajar en investigar en torno al ejercicio físico oncológico. Es decir, fomentar proyectos de investigación de laboratorio y de investigación preclínica que nos ayuden a conocer mejor los mecanismos que demuestran que el ejercicio físico disminuye el riesgo de tener cáncer y en quien lo padece es capaz de mejorar la supervivencia”.

Las mujeres que practican regularmente ejercicio físico pueden tener más probabilidades de reducir de manera significativa el riesgo de desarrollar cáncer de endometrio. Pero no solo es una herramienta de prevención, el deporte también está recomendado de manera regular, incorporándolo a la vida diaria, para las pacientes con tumores. El principal motivo es que les puede proporcionar beneficios tanto en su funcionamiento tanto del cuerpo como del cerebro: reduce el cansancio, aumenta el apetito, ayuda a dormir mejor y también puede mejorar la calidad de vida.

Beneficios del deporte durante el proceso oncológico para las pacientes

Virginia Torrecilla, exjugadora del Atlético de Madrid y superviviente de un cáncer ha asegurado que haber sido deportista le ayudó a afrontar mejor el tratamiento. Asegura que “los profesionales sanitarios dan mucha importancia al ejercicio físico como parte del proceso de recuperación de la enfermedad. Aunque había días que no tenía fuerzas para nada, me recomendaron que me obligara a moverme, a estirar los músculos para que siguieran funcionando. Sin duda alguna, yo he recuperado mi estado normal en cuanto a peso y fuerza gracias al deporte”. Para incorporar la actividad física en el día a día es fundamental la supervisión de un profesional para poder adaptar estos ejercicios de forma segura y con la frecuencia específica, que dependerá del nivel de intensidad y del punto de partida de cada paciente.

Por su parte, Marcelo Ruz, secretario de AMOH, añade que “Como sociedad, no somos conscientes de cómo nos puede ayudar la práctica de algún tipo de deporte o ejercicio físico de forma recurrente. Está en nuestras manos reducir el riesgo de cáncer, no solo por la incidencia directa que tiene en nuestro organismo, sino también porque el ejercicio físico o la práctica deportiva suponen un importante detonante para crear unos hábitos de vida más saludables. El ejercicio físico podría reducir hasta un 30% los nuevos casos de cáncer que cada año se detectan, pero más increíble aún es la reducción de mortalidad de hasta un 20% en pacientes con cáncer.”

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