Medicina

El trasplante de médula ósea contra la terapia CAR-T, objeto de debate en los Premios Antonio Raichs

La doctora Dolores Caballero ha hecho un repaso de la historia de este tipo de trasplante y los retos que plantea su futuro

La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) ha hecho entrega de su 3er Premio Antonio Raichs a Dolores Caballero Barrigón, hematóloga del Hospital Universitario de Salamanca, y ex presidenta del Grupo Español de Linfomas (GELTAMO), de la SEHH. Este reconocimiento ha vuelto a contar con la colaboración de Diagnóstica Longwood.

La doctora Caballero fue la encargada de impartir la XXXV Lección Conmemorativa Antonio Raichs en la última edición del Congreso Nacional de la SEHH #Hemato2023, celebrado el pasado mes de octubre en Sevilla. Se trata de una de las ponencias de mayor relevancia dentro del Congreso, pues supone el reconocimiento a la trayectoria científica y profesional de sus ponentes.

Bajo el título Del trasplante a las células CAR-T, Dolores Caballero ha hecho un repaso a la evolución del trasplante hematopoyético (generalmente conocido como trasplante de médula ósea) desde sus inicios, en la década de los cincuenta, tanto del trasplante alogénico (de un donante) como del trasplante autólogo (del propio paciente).

La revolución de las células CAR-T

«Uno de los objetivos de mi ponencia es resaltar que el trasplante es un procedimiento terapéutico que cura a muchos enfermos y que sigue siendo necesario. En la primera parte de la charla he querido trasladar el mensaje de que el trasplante alogénico sigue siendo un procedimiento necesario, y que está sano. De hecho, recientemente, hemos celebrado la realización de un millón de trasplantes alogénicos a nivel mundial», explica. «La mayoría de los pacientes que necesitan un trasplante alogénico tendrán un donante, mientras que el trasplante autólogo sigue siendo un procedimiento eficaz para muchos pacientes con linfoma. Y para aquellas personas que no son candidatos al trasplante, hoy contamos con otros tratamientos, como es el caso de las células CAR-T», añade.

En este sentido, Dolores Caballero destaca que «la incorporación de la terapia CAR-T a nuestro país, en el momento de su aprobación para el tratamiento de la leucemia aguda linfoblástica y del linfoma B difuso de célula grande en tercera línea, fue la adecuada. El Ministerio de Sanidad, junto con los profesionales, seleccionaron una serie de centros para que todos los enfermos pudieran recibir dicha terapia, un listado que se amplió posteriormente». «Sin embargo, se están produciendo aprobaciones por parte de la Agencia Europa del Medicamento (EMA por sus siglas inglesas) de nuevas CAR-T que, desafortunadamente, no están llegando a nuestros pacientes por encontrarse a la espera de que el Ministerio les asigne precio», recuerda la experta.

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