Medicina

El cuidado del donante, del componente sanguíneo y del receptor, base de la seguridad de la medicina transfusional

En las últimas décadas, se han producido avances extraordinarios en la medicina transfusional, tanto desde el punto de vista del conocimiento teórico como de aspectos tecnológicos y su aplicación en la práctica clínica

José Luis Arroyo, responsable de Gestión de Calidad del Banco de Sangre y Tejidos de Cantabria, ha participado en el Programa Educacional del Congreso Nacional de Hematología, Hemoterapia, Trombosis y Hemostasia, #Hemato2023, revisando los avances científicos y tecnológicos que han tenido lugar en las últimas décadas en el campo de la medicina transfusional, y su implicación en la actividad de los centros y servicios de transfusión actuales.

“Como en otras ramas de la Hematología, en la medicina transfusional se han producidos avances extraordinarios en los últimos años, tanto desde el punto de vista del conocimiento teórico como de aspectos tecnológicos y su aplicación en la práctica clínica”, señala el doctor Arroyo. “Dichos avances giran en torno a tres líneas de investigación: la disponibilidad de sangre y componentes sanguíneos, mayor calidad y seguridad de los componentes disponibles, y uso óptimo de la sangre”.

En el ámbito de la seguridad, el especialista destaca las “técnicas de atenuación de patógenos (también conocidas como técnicas de inactivación), porque han supuesto un cambio de paradigma en el abordaje del riesgo infeccioso asociado a la transfusión, pasando de un modelo reactivo a un modelo proactivo. Gracias a esta estrategia, se pudieron desarrollar los programas de obtención de plasma convaleciente COVID-19 desde la fase más temprana de la pandemia”.

En este sentido, Arroyo explica que, “sin ninguna duda, la sangre es más segura que nunca, en gran medida, gracias a las mejoras de detección de enfermedades víricas transmisibles”. Recientemente, los esfuerzos se están centrando en la contaminación bacteriana de las plaquetas y en los riesgos no infecciosos, los errores durante el proceso de transfusión o las actuaciones ante enfermedades emergentes.

Respecto al futuro, “los centros y servicios de transfusión ya llevan años mirando más allá de sus funciones y actividades tradicionales para desarrollar su actividad y ampliar su misión. De hecho, la terapia celular representa un campo natural para esta expansión, tal y como se está poniendo de manifiesto con la llegada de las CAR-T. Otro gran reto en este ámbito es mejorar la suficiencia de medicamentos derivados del plasma”.

Medicina transfusional
José Luis Arroyo

Por su parte, Virginia Callao, del Centro de Transfusión de Valencia, y una de las coordinadoras del simposio “Medicina transfusional segura, una cuestión de cuidado”, defiende que “el cuidado del donante, del componente sanguíneo y del receptor son el secreto del éxito de nuestro trabajo y, como consecuencia, la base de la seguridad transfusional”. En el donante se inicia todo el proceso. “Esas personas dan el paso desde su generosidad y, por tanto, es nuestra obligación extremar las medidas de protección para evitar provocarle algún daño”. Estas medidas incluyen varios procedimientos: una correcta entrevista de selección, teniendo en cuenta aquellos aspectos que protejan al donante, realizar una venopunción adecuada, y atender posibles reacciones adversas de forma inmediata, en caso de ser necesario.

Sin embargo, los puntos más débiles del proceso están en la cabecera del paciente, tanto en el momento de la extracción de la muestra pre transfusional como durante la transfusión, y se asocian, en muchas ocasiones, a errores humanos. “Nuestra obligación es cuidar también el paciente, poniendo en marcha mecanismos de defensa frente a los posibles errores que podrían tener consecuencias graves”, asevera la doctora Callao.

Virginia Callao

La terapia génica en las anemias congénitas

En #Hemato2023 también se ha hablado de las anemias congénitas, concretamente, uno de los simposios oficiales se ha centrado en la aplicación de la terapia génica para modificar las células madre del paciente a través de un autotrasplante, tras corregir el gen dañado que causa la enfermedad. “Existen diferentes formas de llevar a cabo terapia génica, y donde tenemos más experiencia es en el uso de vectores virales”, comenta Rafael del Orbe, hematólogo del Hospital Universitario Cruces de Barakaldo (Vizcaya).

“Las principales ventajas de la terapia génica son que el paciente no depende de un donante, porque se le auto trasplantan sus propias células. Además, evita los efectos secundarios a largo plazo del trasplante, que son, sobre todo, inmunológicos (enfermedad de injerto contra receptor)”, añade.

Durante el simposio coordinado por Rafael del Orbe, se han explicado los beneficios de la terapia génica en patologías como la anemia de Fanconi, el déficit de piruvato quinasa y la anemia de Blackfan-Diamond, las tres monogénicas y de muy baja prevalencia. Además, se han dado a conocer las diferentes estrategias de terapia génica, como el lentivirus o el CRISPR, en el tratamiento de las hemopatías hereditarias. “Estas terapias ‘súper innovadoras’ han nacido en España, un país pionero a nivel mundial. Grupos españoles de investigación han impulsado una serie de estudios que ya están en marcha, consiguiendo buenos resultados”, asegura el doctor Del Orbe. De hecho, la terapia génica ha logrado resultados positivos, incluso la curación, en pacientes con anemia de Fanconi y déficit de piruvato quinasa.

Una de las seis finalistas a la mejor comunicación del Congreso, presentada por Mayka Sánchez, de la Universidad Internacional de Cataluña, ha tratado sobre el descubrimiento de un nuevo gen implicado en la anemia diseritropoyética congénita autosómica recesiva tipo IIIb. Según explica Mayka, “hemos localizado a tres pacientes con esta enfermedad rara, estudiado las mutaciones y creado un modelo de pez cebra, gracias a la colaboración de médicos e investigadores de Sevilla, Madrid y Estados Unidos. Además, hemos detectado varios casos similares en Argentina y esperamos poder colaborar con especialistas de allí para seguir avanzando en el conocimiento de esta enfermedad hematológica”.

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