En el Día Mundial contra el Cáncer de Piel, eltiempo.es explica algunas consideraciones a tener en cuenta

Evitar tomar el sol en las horas centrales del día, cuando el índice ultravioleta (UV) es más alto, es clave para evitar malas pasadas con el sol, aunque no es el único factor clave.

¿Julio o agosto?

Agosto solía ser el mes estrella de vacaciones para los españoles, pero ni es el más caluroso ni el que más horas de sol tiene: el mes «ganador» es el siguiente al solsticio de verano: el mes de julio.

Durante este mes, amplias zonas del territorio peninsular superan las 350 horas de sol: Comunidad de Madrid, Extremadura, y gran parte de Castilla y León y Castilla-La Mancha. En cambio, durante el mes de agosto, estas cifras solo se alcanzan en algunas zonas de las provincias de Valladolid, Zamora y, en menor medida, León y Palencia.

También son superiores los números mínimos de horas de sol en julio, siempre por encima de las 200 horas incluso en la cornisa cantábrica, frente a agosto, cuando esta cifra no se supera en la zona norte de la península.

Por si estas cifras no fuesen suficientes, julio es el mes, estadísticamente, de las olas de calor. Un riesgo añadido a tener en cuenta y contra el que también es necesario protegerse durante estos meses de verano.

La Tierra no es plana y la radiación sí lo sabe

La latitud determina el ángulo de incidencia de luz solar; más al norte los rayos llegan más inclinados respecto a la vertical. Esto implica que tienen que recorrer más kilómetros a través de la atmósfera y se produce mayor absorción y dispersión de la luz, por lo que la cantidad de radiación que consigue llegar hasta nosotros (que estamos en la superficie) es menor.

También hay elementos en la propia atmósfera que consiguen el mismo efecto como, por ejemplo, las nubes. El índice UV suele ser más bajo en los días nublados, aunque, aún así, llega radiación solar a través de las nubes. Estando el cielo totalmente cubierto puede llegar un 40% de la radiación.

Más protección frente al sol en la montaña

En zonas de montaña se debe tener especial cuidado con el sol, ya que en zonas altas queda menos atmósfera sobre nuestras cabezas y con una capa protectora más delgada estamos mucho más expuestos a la radiación.

Un claro ejemplo se encuentra en las islas Canarias: en la cima del Teide (Tenerife) en verano hay de media más de 12 horas de sol al día. La orografía es clave, ya que el observatorio de Izaña, al que pertenece este dato, se sitúa a 2.400 metros de altura y las nubes. en muchas ocasiones, quedan por debajo de este nivel.

Siempre con protección

Recuerda que vayas donde vayas el sol puede suponer una amenaza para tu piel. No subestimes la energía que llega de nuestra estrella si no quieres convertirte tú en una «gigante roja».

A la hora de hacer exposiciones al sol, ten en cuenta los siguientes consejos que da eltiempo.es:

1. Usa un protector solar acorde con tu tipo de piel. No importa si tu piel es morena, porque las pieles oscuras también se queman con el sol. Ponte crema varias veces mientras estés tomando el sol. Antes, durante y después.
2. Bebe mucha agua. Con el sol y el calor, la piel se deshidrata y esto agrava el envejecimiento de la piel causado por los rayos ultravioletas.
3. Evita las horas centrales del día donde el sol es más agresivo y procura no exponerte durante varias horas seguidas.
4. Dale un respiro a tu piel. Ponte a la sombra de vez en cuando para que la piel pueda descansar de la exposición al sol. Vuelve a darte protector solar después.