Editorial

Los medios imparciales y objetivos

El individuo es libre, la sociedad es libre, los periodistas son libres, los medios de comunicación son libres, la información es imparcial y objetiva, los individuos ejercen libremente su derecho a vacunarse con cualquiera de las diferentes vacunas del mercado, los individuos ejercen libremente su derecho a no vacunarse, los individuos circulan libremente y, por supuesto, no tienen que justificar, ni enseñar documento alguno al primero que se lo solicite. Si tiene diabetes, cáncer, SIDA, hipertensión, artritis reumatoide, sífilis, psoriasis, esquizofrenia, gripe, etc., etc., etc., son datos tan sensibles, que el Estado (la Unión Europea, también), garantiza al ciudadano que ese historial clínico no puede ser visto por nadie sin su autorización, con la excepción del personal sanitario correspondiente, lógicamente. ¿Negacionista?

Somos tan libres que no podemos tener dudas sobre nada. Todo está bien, todo es correcto. Todo cumple los requisitos marcados por las autoridades competentes. Tenemos garantizada la seguridad integral.

Las mascarillas. Ahora no, ahora sí, ahora menos, ahora más, ahora quirúrgicas, ahora de tela (también te la puedes fabricar tú con los estampados que más te gusten), ahora llegan, ahora no sabemos dónde están… ¡ahí va! nos las han quitado los turcos en el mercado internacional. Me han regalado esta de papel de servilleta, estaba un poco manchada de aceite de “anchouca”, no importa, así voy comido para todo el día, oiga.

El gel hidroalcohólico. Ahora sí, ahora no. Con este me quedo pegado. Se me ha acabado la colonia, parece que este huele mejor y con este otro me puedo hacer un cubata si me quedo sin ginebra, ron o vodka, puedo escoger el sabor.

Las vacunas. Pauta completa: dos dosis de esta marca que inmuniza más, las otras inmunizan menos. Oiga, yo quiero de tal marca, NO, esta le va más a juego por la edad, o por el territorio dónde vive, incluso por las circunstancias meteorológicas. Está en buenas manos, créame. Todas han sido suficientemente testadas.

La inmunización. Con una dosis está inmunizado al 40%, con dos al 95%, con tres ya tiene usted inmunización total (solo por cuatro meses), con cuatro igual, pero el organismo recuerda mejor. Si usted decide ser mañana gato, ¿usted se siente gato? pues sea gato y como los gatos tienen siete vidas se tendrá que poner 4, 5, 6… x 7 vidas, póngase usted infinitas dosis, quedará usted inmunizado para la eternidad y un día, nada más. Para estar inmunizado para la eternidad y más allá, le tendremos que poner más. No se preocupe, está todo bajo control de las autoridades.

– Es usted negacionista.

¿Quién?, ¿yo? No.

– Sí, usted. Cuestiona todo lo que le decimos.

– ¡Válgame el cielo! Ni se me ocurriría.

Encima creyente. Pues todos dicen que es usted negacionista.

Oiga, yo no niego nada, solo me hago preguntas y quiero saber.

– Usted no tiene que saber nada, haga lo que yo le digo.

Ni hablar.

– Lo ve, es usted negacionista.

– ¿Quién lo dice?

– Lo dicen los medios constantemente y las agencias de verificación, lo constatan.

– Agencias ¿de qué?

– De verificación de la verdad absoluta, total y para siempre.

– ¿Quién les paga a esos verificadores?

– Eso a usted no le interesa.

– Sí, quiero saber cuánto se gana verificando.

– ¿Para qué?

– Para montar una agencia de verificación. Mire usted, yo tenía un bar y tuve que cerrar, despedir al cocinero, al camarero y a los proveedores. Y no sé qué voy a hacer, estoy desesperado.

– Y si tenía camarero, cocinero… ¿usted qué hacía?

– Hipotequé mi vida, mis bienes…

– Vale, es usted un explotador.

– Noooo, solo soy un pobre autónomo.

– Un explotador, no se hable más. Y además no cumplía el requisito de igualdad del 50%.

– Vale, pero a lo que íbamos. Quiero montar una verificadora, a ver si me va mejor.

– ¿Es usted periodista?

– Claro que no.

– ¿Conoce usted a alguien del gobierno europeo, central, autonómico, «diputacional», local o del IBEX?

Tampoco.

– Pues entonces no puede montar una verificadora.

– ¿Y una panificadora?

– Eso sí. Para una panificadora usted no necesita ningún requisito.

– Entonces, no se hable más, ¿qué tengo que hacer?

– Creer todo lo que le digo y portarse bien. No salga usted a manifestarse nunca más.

– Así lo haré.

– Espere un momento. Esperemos un poco… ya llega. Bien aquí está, ya está verificado que usted deja de ser negacionista.

– Perfecto. ¿Ya me puedo ir?

– No. Se me olvidaba, responda a mi pregunta ¿está usted vacunado?

– No.

– Pues entonces no puede ir al norte, ni al este, ni al oeste, ni al sur.

– Y ¿quedarme en el centro?

– Sí, pero lo vamos a dinamitar y triturar.

– Y ¿a tomar por culo?

– Ahí sí. Mientras usted no se vacune, puede irse a tomar por culo. Pero recuerde: en tomar por culo, usted no puede viajar, no puede divertirse y no puede hacer casi nada.

– Pero no me siento libre…

– Es usted completamente libre. Usted ha decidido irse a tomar por culo, oiga. Es su problema.

– Verifíquelo, por favor.

– Ya está verificado. Es usted un pesado, oiga. Nos tiene usted hasta los cataplines. Si no se vacuna, váyase a tomar por culo ya y no nos incordie más.

– Déjeme que lo piense, ¿puedo informarme bien antes de decidirme?

– Por supuesto. De la uno a la seis y de la A, a la Z. Escoja una, por favor.

– Perdone usted, no entiendo por qué tengo que escoger una solo.

– Porque todas dicen lo mismo. A la gente le vale.

– Y entonces ¿por qué no hay una solo?

– Es una cuestión de sensaciones, de matices ¿lo entiende?

– No.

– Es igual, escoja de una puñetera vez.

– La siete y la interrogación.

– ¿Usted es tonto? La siete y la interrogación no son elegibles.

– ¡Ah!

– Mire, váyase a tomar por culo, a África que nos importa una mierda o la Antártida, a ver si con el cambio climático, se ahoga usted y nos deja en paz. Y no vuelva más.

– Lo siento.

– No pasa nada. Espere un segundo… Ya está aquí. Aquí tiene la verificación, le pongo la fecha…, le estampo el sello… y ya está. Verificado, usted es un “toca huevos” y un negacionista, además. Y nos ha puesto a todos en peligro extremo. Y le advierto una cosa, no vuelva más o le tendremos que lapidar.

– Pues moriré lapidado. Adiós.

– Es perfecta la opción que ha elegido. Adiós, señor negacionista. Cuando salga gire a la ultraderecha (dos veces a la derecha) que una horda le está esperando, piedra en mano, para lapidarle. Si sobrevive, vuelva usted cuando quiera, le atenderemos gustosamente. No se olvide de cerrar la puerta cuando salga, por favor.

Esta conversación ha sido grabada por motivos de seguridad. Muchas gracias por su atención. Le recordamos, que, aún, yéndose a tomar por culo o muerto por lapidación (es la opción que usted libremente escogió), sigue estando obligado a pagar impuestos. Ahora, si no le importa, una de nuestras máquinas le hará una breve encuesta de satisfacción antes de morir y esperamos que su estancia aquí mientras vivió, haya sido de su agrado. Que tenga un buen día.

“Es difícil liberar a los necios de las cadenas que veneran” .-Voltaire

José Luis Águeda

Editor

3 comentarios en «Los medios imparciales y objetivos»

  • Un estado hiperinformado amorfo genera monstruos de desinformacion. Este es el mejor experimento que lo corrobora.
    Un rebaño aterrado es el más fácil de manipular.

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  • » El que ha superado sus miedos será verdaderamente libre» (Aristóteles) eso lo explica todo….
    Muy divertido!! Me ha encantado hasta me he reído a carcajadas….que grande!!!!

    Respuesta
  • Muy bien relatado y certero lo que dibuja este artículo sobre lo q pasa hoy en día. Buen artículo. Estamos hipercontrolados. Habrá q contraatacar

    Respuesta

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